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Foto: Marta G. Brea |
Antonio Rodríguez, Toni, es extranjero en tierra propia. Coruñés de origen, celeste por formación y convicción, el centrocampista está acostumbrado a nadar entre dos aguas y asume con naturalidad la aparente contradicción de ser al tiempo herculino y celtista. "No es nada frecuente que un futbolista de A Coruña juegue en el Celta. Pero las cosas han salido así, no hay que darle demasiadas vueltas y llevarlo lo mejor posible. Y la verdad es que yo lo llevo bien", explica Toni, que apostilla: "Yo soy de A Coruña pero estoy muy contento en Vigo. No soy antideportivista, ni le deseo ningún mal al Deportivo, pero mi corazón es celeste".
La pasión por el equipo de Vigo le viene a Toni de familia, pues su padre, natural de Vilagarcía, es hincha del conjunto de Balaídos. "Crecí en un ambiente deportivista pero mi padre, sin ser un forofo, siempre sintió más simpatía por el Celta, así que me he criado un poco entre dos aguas", apunta Toni, que tampoco esconde su querencia blaugrana, en cuya cantera estuvo varios años. "En casa éramos muy de ver En Xogo, de los dos equipos gallegos y del Barça", agrega.
El Deportivo nunca llegó a hacer mella en Toni. "En la época del Supedépor tenía tres o cuatro años y no era demasiado consciente de aquello. Me gustaba el fútbol gallego y el Barcelona y mi padre es del Celta. Nunca fui demasiado de ningún equipo gallego hasta que llegué a Vigo. Aquí me he hecho celtista", comenta.
Aunque sus amistades son mayoritariamente deportivistas, la condición de celeste de Toni no le supone un problema en sus relaciones personales. "Mis amigos son del Deportivo pero, como es normal, se alegran de que su amigo haya llegado a jugar profesionalmente al fútbol en el Celta", apunta. Y remacha: "Me dicen, de hecho, que ojalá marque yo algún gol en el derbi, pero que la victoria se la lleve el Deportivo".
Toni tiene el domingo la posibilidad de estrenarse en el clásico gallego. Tal posibilidad, sin embargo, no le quita el sueño. A efectos prácticos, el derbi es para el futbolista canterano una etapa más en el camino del Celta hacia Primera División. "Es un partido muy bonito de jugar, claro, pero estamos en una pelea por el ascenso, que es algo todavía más bonito. Cada partido es importantísimo y en lo único en que piensas es en seguir ganando cada semana", destaca. Y precisa: "Desde este punto de vista, no creo que haya un partido más importante que otro. Vale tanto el de Cartagena como el del Deportivo".
Hay dos circunstancias, sin embargo, que hacen del derbi un encuentro diferente, según Toni. "Es un partido muy bonito para todos. En primer lugar para la afición y en segundo porque en el Celta somos muchos jugadores gallegos y esto es también muy especial", afirma el canterano, que se muestra contento de haber aguantado varias semanas al borde de la suspensión por acumulación de tarjetas. "Llevo seis o siete semanas jugando con cuatro tarjetas y, evidentemente, no me apetece perderme ningún partido, ni el del Deportivo ni ningún otro", señala.
Julio Bernardo / Faro de Vigo
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