Previa Celta-Deportivo: Cita en el cielo, preludio en el infierno


Foto: Alberto Segade

Cuentan las leyendas mayas que la historia es cíclica, una sucesión de acontecimientos sin principio ni final que se repiten sucesivamente a lo largo del tiempo. Todo lo vivido se vivirá y todo futuro se fundirá con el pasado en un presente repetido. Celta y Deportivo transitan dentro de la montaña rusa que es el mundo del fútbol. Hace ahora una década, Galicia entera vivía pendiente de un choque de leyenda entre celestes y blanquiazules, entre Vigo y A Coruña, entre Rías Baixas y Rías Altas, entre “portugueses” y “turkos”, entre Celta y Depor. Ni antes ni después el derbi tuvo tanto esplendor como en aquellos años en los que la muiñeira soviética de los olívicos se enfrentaba a la samba galaica de los blanquiazules. Mostovoi y Djalminha, Karpin y Fran, Mazinho y Mauro…
   
Hoy el derbi es lo que era antes de su tránsito por el cielo. Un duelo con un fútbol de nivel inferior, pero una pasión tan desmesurada o más que aquella. Celta y Deportivo pagan el peaje de un éxito efímero, aunque con distinto recuerdo. Los vigueses regresaron de la gloria sin nada que llevarse a las catacumbas más allá de un juego grandioso e inigualable a lo largo y ancho del continente. Los coruñeses, más certeros en los momentos clave, sobreviven en el infierno a base triunfos tangibles de los que quedan grabados en el palmarés. Ahora, sin pasado de por medio que valga, se citan en Balaídos de camino hacia la redención.
   
El Celta llega a la batalla como segundo de abordo. Tres son multitud y el Valladolid parece no querer renunciar a la vía rápida hacia Primera. El hundimiento del batiscafo de Cartagena quedó en stand by debido a la falta de cordura que todavía impera en este deporte, por lo que la hoja de ruta hacia la máxima categoría ha quedado algo alterada. Los de Paco Herrera necesitan un triunfo ante el eterno rival que evite dudas y mantenga a rebufo a los pucelanos. Ante una hinchada que llenará Balaídos por primera vez en trece años, los celestes deben responder como lo vienen haciendo en los últimos cuatro meses, donde sólo conocen la victoria en su estadio. Un triunfo ante los coruñeses -que aventajan en 7 puntos a los célticos aunque con un partido más- son más que tres puntos, pues supondría un refuerzo moral brutal de cara al último tramo de esta carrera de fondo.
   
Partido grande, por lo que no se esperan experimentos por parte de Herrera. Saldrá con todo aquello que lo ha traído hasta aquí. Es decir, el guardián del cofre será un Sergio que definitivamente le ha arrebatado la titularidad a Yoel. Hugo Mallo, Oier, Túñez y Roberto Lago como los defensores de una nave que se enfrenta al más peligroso de los navíos. Al timón el capitán, Borja Oubiña. Álex López será la brújula, De Lucas y Orellana las espadas más veloces y Mario Bermejo el cañonero de la expedición. Arriba, en punta de ataque, estará el más pícaro de todos los marineros, el corsario de Moaña, el Jack Saparrow del Morrazo, Iago Aspas.
   
En frente, el buque más temible del océano. Líder sólido tras una gran racha que se inició tras el derbi de la primera vuelta, los de Oltra caminan a ritmo de récord hacia la tierra prometida. Invencibles en Riazor, se muestran más irregulares en mares ajenos. Su mayor peligro, la espectacular capacidad que tiene para salir adelante en cualquier situación, favorable o adversa, mereciéndolo o no. No necesitan de mucho para ganar y así lo vienen demostrando. Al igual que Herrera, no se esperan sorpresas por parte de Oltra, quien confiará en los marines que lo han acercado tanto a la costa. Aranzubía en portería; línea de cuatro para Laure, Colotto, Ze Castro y Morel; Álex Bergantiños y Juan Domínguez en el doble pivote; Bruno Gama por la derecha, Guardado por la izquierda, mediapunta para Valerón y arriba Riki.
   
Batalla de leyenda en Balaídos. Miranda Torres dirigirá un derbi con el espíritu de los de antes. 26.000 celtistas en el coliseo vigués a los que habrá que añadir en torno a 3.000 deportivistas que animarán a su equipo en su visita a la cancha del eterno rival. Partido grande a la orilla del Atlántico y con el abrigo de las Cíes. El tesoro de Rande se pone en juego en 90 minutos de un duelo en el infierno, pero con billete reservado para el cielo. Preludio auténtico del regreso a la élite, del retorno a una Primera División que añora un partido distinto. Los mayas tenían razón, la historia se repite. El comienzo de la redifusión de este enfrentamiento legendario, a partir de las 12:00h en el municipal de Balaídos.


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