El Celta encuentra el camino


Carlos Rodriguez
Foto: Carlos Rodríguez
En un día tan especial como el de Reyes, el Celta dio un golpe sobre la mesa en uno de los campos más complicados de la categoría. Tras su empate en Alcorcón, El Collao fue una nueva muestra de seriedad de los celestes, quienes parecen haber encontrado el traje de equipo triunfador en la categoría. Sobrios atrás y efectivos en ataque, los vigueses gozaron de la pizca de fortuna necesaria para llevarse el choque. Miki allanó el camino con su gol en propia puerta y su expulsión, pero los de Paco Herrera mostraron orden y eficacia logrando, sin hacer un partido brillante, golear a su rival con relativa facilidad.
   
Gran parte de culpa de la sobriedad defensiva que está mostrando el Celta hay que atribuírsela a Oier y Túñez. Navarro y santiagués se han compenetrado a la perfección y están permitiendo al Celta alcanzar un nivel defensivo desconocido hasta hace un mes. En una nueva prueba de fuego, maniataron a un Alcoyano que sólo se aproximó con peligro gracias a las indecisiones de Yoel para salir y a través de dos libres directos que golpearon en el travesaño. Tercer partido consecutivo sin encajar y que permite al Celta alcanzar ese plus de calidad que invita a soñar.
   
Y es que cuando la retaguardia funciona y la portería queda a cero, es muy difícil que al Celta se le escape un partido. En la noche de ayer, incluso sin tres de sus jugadores más importantes (Aspas, De Lucas y Álex López) fue capaz de generar peligro, especialmente en los últimos minutos de la primera parte y durante el segundo tiempo,  e incluso pudo conseguir un marcador mucho más abultado. Toni estuvo genial en su mejor partido como celeste: llevó peligro por la izquierda, encarando, regateando y asistiendo. También Orellana que, a diferencia del coruñés, sí consiguió rubricar su buen encuentro con un golazo. Lo mismo se puede decir de David, a quien benefició enormemente el cambio de guión que adquirió el choque con el gol tempranero, volviendo a ver puerta y recordando a ese punta veloz e incisivo de la temporada pasada. No hay que olvidar tampoco la enorme brega de Bermejo y Oubiña, así como tampoco a un Natxo Insa que, especialmente en el segundo acto, tomó la manija del equipo. Lo único negativo: la no entrada de Jota con el partido encarrilado y la enorme dificultad que volvió a mostrar el Celta para engordar el electrónico en los minutos finales.
   
Victoria para estar contentos. Primero porque son tres puntos que colocan al equipo, a la espera de lo que ocurra esta tarde, en puestos de ascenso directo. Segundo porque se consigue en un campo muy complicado, donde a algún que otro favorito ya le han pintado la cara. Y tercero porque permite iniciar el año como se termino el pasado: seguros en defensa y finos en ataque. El Celta se ha convertido en un equipo competitivo que puede aspirar a todo. Desde el inicio de la temporada ha encontrado una fórmula para atacar y ahora parece haber descubierto un método para defender. Los vigueses son ahora un equipo muy completo y equilibrado, parecido a esos que, a principios de Junio, están celebrando el salto de categoría. El camino es este y ya está marcado. Que no se desvíen.

0 comments:

Publicar un comentario