¡Gracias deportivistas!

Foto: R. Gómez / El Norte de Castilla 

El domingo, aprovechando que actualmente resido en Valladolid, acudí al Estadio José Zorrilla con la esperanza de que Deportivo y Valladolid me deleitasen con un buen espectáculo futbolístico. Pese a que finalmente no hubo ni goles ni buen fútbol, debo admitir que me quedé sorprendido por el gran número de aficionados coruñeses que se desplazaron a Pucela para presenciar el encuentro. Los seguidores deportivistas no dejaron de animar a lo largo de todo el partido.

Viendo el partido que el Celta disputó el sábado en Balaídos ante unos siete mil aficionados, por un momento, como celtista, me sentí frustrado. “Eso es un club grande de verdad, han descendido, no tienen ni un euro, y ahí están, a muerte con el Dépor” llegué a pensar. Pero fueron esos mismos deportivistas que me habían hecho dudar de la grandeza de mi Celta los que me hicieron recuperar el sentido común. Y es que dichos aficionados no dejaron de cantar en todo el partido cosas como: “Vigo no” o “Es vigués el que no bote”.

¡Qué grande tiene que ser nuestro Celta para que los aficionados de un club que ha ganado una liga y dos copas del rey y que está por delante de nosotros en la clasificación de Segunda se acuerden de nuestro equipo cuando el suyo está jugando un partido en el campo de un rival directo por el ascenso! Paradójicamente, la gran afición del Depor es la que me ha hecho recordar lo grandes que hemos sido y, espero, algún día volveremos a ser. Por ello, gracias de corazón.

Sé que es difícil seguir creyendo en el Celta después de cinco largos años en el infierno, sé que es difícil mantener la ilusión. Pero lo que si sé es que si algún día volvemos a codearnos con los más grandes, yo podré decir que siempre estuve con el Celta, tanto para lo bueno como para lo malo.