Feliz año 2.012 (Resumen 2.011)


El año 2.011 toca a su fin. Desde moiceleste.com queremos agradeceros de corazón el haber estado ahí todo el tiempo, respetándonos y soportándonos, ayudándonos y haciéndonos mejores día a día. Ha sido un año duro para la web que comenzaba su andadura y a la que vosotros habéis convertido en la más visitada, con más de dos millones de visitas desde su inauguración el 1 de marzo. Por ello gracias. Al 2.012 le pedimos que sigáis ahí, y sobre todo el ascenso.

Y es que 2.011 debió de ser el año del ascenso, pero no lo fue. Pero fue el año de muchísimas otras cosas. Fue, por ejemplo, el año de las renovaciones en masa, con todos los canteranos del Celta pasando por Praza de España para firmar ampliaciones de contrato. Todos menos Roberto Lago, cuya renovación está pendiente, así como la de Túñez, en situación parecida. Pero las renovaciones en masa no solo afectaron a la cantera, sino también al cuerpo técnico, con Herrera y sus ayudantes, así como Torrecilla renovados por dos temporadas más.

Y también fue el año del cabreo de López Garai por la renovación de alguno de sus compañeros, Bustos por ejemplo, sin que se acordasen de él. Al final terminó saliendo por la puerta de atrás en el verano después de que unos y otros, jugador, técnico y directiva, no actuasen con demasiada ética. Pero el verano es otra historia, porque antes hubo mucha tela que cortar. El equipo arrancó el mes de enero con cuatro partidos como visitante y uno como local. Empató el de casa, pero ganó todos los de fuera (Rayo, Elche y Cartagena), empatando solo ante el Barcelona B en el Mini Estadi.

Y fue el año del liderato sobre la bocina con gol de Michu. "Nice to Michu" titulamos en su momento. Pero eso, que nos alegró, no fue más que un espejismo, porque a partir de ahí todo se torcería. Perdimos con el Huesca, fuimos a Alcorcón, con la afición volcada y nos pegaron aquello de "visita Vigo" en el culo, y debió motivar a los rivales, ya que cada vez que visitaban Vigo se llevaban uno o los tres puntos. Por Balaídos pasaron todo tipo de equipos y todos rascaron algo. Que si el Recre aprovecha la expulsión de Falcón para meternos tres, que si el Girona nos mete cuatro aflojando en la segunda mitad, que si la Ponferradina nos empata en el descuento.. en fin, un desastre tras otro. Y menos mal que manteníamos el tipo como visitantes, ya que la deblace hubiese sido espectacular.

Así las cosas, pasamos de ser un claro aspirante al ascenso directo, a estar pendientes de que no nos pillase el séptimo, ese que en el mes de febrero solo veíamos con prismáticos. Y llegó el play-off, con Herrera bailando y sin tener claro su once tipo. Que si ahora juego con el Trivote A, que si ahora me decido por el B... en fin, que acertar las alineaciones era más difícil que un penalty a favor en Balaídos. Llegó el Granada y le ganamos en casa. Le ganamos bien, 1-0. Un resultado corto, pero esperanzador. Pero la historia fue distinta. El ambiente, infernal, el recibimento, lamentable, y nuestro Paco Herrera haciendo experimentos. Así sucedió lo que tenía que suceder, pero aún así, llegamos vivos al final del partido, nos pitaron dos penaltys en contra, uno dudoso, y nos anularon un gol aún no se sabe porqué, y tuvimos en nuestra mano la victoria con dos tiros al palo en la prórroga, el último de Trashorras antológico, y con el penalty de Michu que nos pudo llevar a Primera... pero no lo hizo. Falló y luego Catalá le imitó para dejarnos en Segunda. Una pena, pero al menos Lesma López se fue contento a casa.

Y Michu precisamente sería el siguiente protagonista, ya que dicen que tras ver el recibimiento de Peinador tras la derrota, y su penalty fallado, se emocionó tanto que hasta le entraron ganas de quedarse en el Celta. Pero se fue a la cama y le pasó, y, tuviese razón o no, estaba claro que no seguiría en Vigo porque esa decisión se había tomado hacía muchos meses. Se fue al Rayo, donde se juntó con Trashorras, a quién el club decidió darle la carta de libertada para ahorrarse no se sabe muy bien lo qué. También se ahorró una buena ficha con Falcón, aunque este no acabó en Primera, sino en el Hércules de Alicante, un equipo de Segunda como el Celta. Murillo, por su parte, fue descartado por Herrera, como lo fueron Ortega y Papadopoulos, pero claro, estos tenían contrato y de momento siguen siendo figurantes en A Madroa en busca de un equipo que los quiera.

El verano vino movidito, entre lo de Trashorras, López Garai, La Campaña de Abonados, llena de múltiples ventajas para los socios, que se lo digan a los que se quedaron sin carné joven, y con bastantes fichajes, o al menos más de los que esperábamos. Llegaron Bermejo, Natxo Insa, Oier, Bellvís y Orellana, estos dos últimos casi al final del mercado. Fue también el año de las nuevas camisetas, marcados por ese himno en Galeñol, o castrapo, que tan bonito y lucido queda en nuestra primera equipación. También recuperamos el rojo para la segunda.

Y comenzó la temporada, con huelga de futbolistas, que por una vez cumplieron sus amenazas, aunque duró poco, una jornada. El caso es que la broma le salió cara al Celta, que comenzaba la temporada con dos partidos como visitante, aunque eso en Vigo no es un problema. Se ganaron los dos sin mayor problema y a otra cosa, que lo difícil es ganar en Balaídos, donde costó dios y ayuda sacar la primera victoria, aunque una vez lograda, parece que le han cogido el gusto a eso de ganar ante su afición.

Pero este año, además de todo eso, fue el año del derbi. Otra vez. El descenso del Deportivo propició el reencuentro entre dos enemigos irreconcilliables. Y a la vista de lo sucedido en el mes de noviembre, está claro que la amistad está cada día más lejana. Ganaron ellos, pero jugamos mejor nosotros. Consuelo absurdo pero digno de reseñar.

Y el año terminó con Abalo de protagonista. Protagonista residual y objeto de rumores sobre una posible salida que todos negaban. El club quería que siguiera, el Director Deportivo quería que siguiera, el entrenador quería que siguiera aunque no lo pusiese a jugar, y el futbolista no se planteaba una salida porque estaba muy bien en Vigo. El caso es que ayer mismo se oficializó un acuerdo que ya se conocía el miércoles por la noche.

Un año cargadito, que espero hayáis disfrutado en su medida. Que ha pasado rápido y que precede a un 2.012 en el que todos tenemos claro lo que queremos. A ver si el año pasado os contamos lo que pasó en 2.012 desde un sitio llamado Primera División. Si se acaba el mundo como dicen, habrá que ascender antes. Y que todos lo veáis. Y me refiero al ascenso, claro.


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