Un arranque goleador histórico


El Celta de Paco Herrera se supera a si mismo en cuanto a efectividad rematadora. El año pasado contabilizaba 20 goles en la undécima jornada de Liga. En el actual curso ha anotado dos tantos más después de disputar el mismo número de partidos. Su media es de dos aciertos por encuentro. De seguir esa proyección, el conjunto celeste sumaría un total de 84 goles al concluir la temporada regular (de 42 encuentros). Se quedaría a uno del récord absoluto que en el anterior campeonato establecieron el Betis y el Barcelona B, con 85 goles cada uno.

La línea atacante del Celta, con Aspas, David Rodríguez, De Lucas, Bermejo, Orellana, Joan Tomás, Toni..., impone mucho respeto entre los rivales por su enorme poder rematador. Los tres primeros suman más goles (17) que diecisiete de los equipos rivales de Segunda División. Y en todo el fútbol profesional español, sólo tres equipos superan los 22 goles que lleva marcados el Celta: Barcelona y Real Madrid –32 cada uno en Primera– y Betis B –25, en el grupo cuarto de Segunda B–. Ningún otro de los 122 clubes que compiten en las tres máximas categorías se ha mostrado más acertado en el remate, hasta el momento, que el conjunto de Paco Herrera.

Para encontrar un arranque tan demoledor de los celestes en la categoría de plata hay que retroceder, como mínimo, medio siglo. Fue en la temporada 1960/1961 cuando el Celta obtuvo más goles en las once primeras jornadas de Liga. Aquel curso, con Yayo como técnico, los celestes finalizaron en segunda posición y obtuvieron el ascenso a Primera. Sólo se vieron superados por un intratable Osasuna de Pamplona, que cerró el año con 83 goles, los mismos que un curso antes había obtenido el Racing de Santander.

Ese buen inicio y el subcampeonato fue insuficiente para que el Celta diese el salto a Primera, pues cayó en la promoción ante el Oviedo. En aquel equipo vigués fue el máximo goleador Gómez II, con 22 tantos. En el once celeste aparecían jugadores legendarios como Quinocho, Las Heras, Pepe Villar y Zamorita.
La mejor marca de goles, sin embargo, corresponde a la temporada 34/35, en la que el Celta anotó nada menos que 35 goles en los 11 primeros partidos de competición. Su debut fue espectacular, pues barrió al Avilés del campo (12-2). Nolete, que años más tarde marcaría el primer gol del Celta en Primera División –ante el Zaragoza, , el 3 de diciembre de 1939– anotó cinco tantos esa tarde ante el equipo asturiano. En el siguiente campeonato, los célticos obtuvieron 31 goles al finalizar la undécima jornada de Liga. Con un gol menos acabó ese mismo tramo de competición el equipo en el curso 44/45. En esa plantilla coincidieron Pahiño, Aretio, Yayo y Hermidita.

El pasado año, los de Herrera protagonizaron un comienzo fulgurante y en once jornadas consiguieron 20 goles. Era lo que reclamaba el técnico al hacerse cargo del equipo, que intentaba mejorar los mediocres resultados de las tres temporadas precedentes en la división de plata. Tras perder la máxima categoría, el Celta no se distinguió por sus buenos arranques, y menos aún por sus resultados finales. El club decidió reforzar el ataque con futbolistas como David Rodríguez, Quique de Lucas y Joan Tomás, con capacidad intimidatoria en el área rival. Canteranos como Aspas, Abalo o Toni intentaban crecer. La pareja formada por David y De Lucas resultó letal al contraataque y llevó al equipo a las primeras posiciones de la tabla.

Un año después, el equipo ha mejorado ostensiblemente, pues contrató a Bermejo y a Orellana y Herrera reconvirtió a Aspas en delantero centro. La gran forma en la que se encuentra el canterano ha ayudado a que el equipo se supere a si mismo y se sitúe entre los mejores de la historia del club en su paso por la Segunda División. De hecho, en los últimos cincuenta años, de los que veintidós los ha pasado en Segunda, el Celta no había conocido un ataque tan goleador como el actual.

Texto e infografía: Faro de Vigo 

0 comments:

Publicar un comentario