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Foto: Óscar Vázquez / La Voz |
Una de las imágenes más curiosas del encuentro de ayer se produjo al descanso. Una vez finalizada la primera parte, Iago Aspas se dirigió al centro del campo para charlar con Bikandi Garrido, el colegiado que dirigió el encuentro.
El moañés le dijo 'apúntame el gol a mí', en referencia al único tanto del partido. El árbitro sonreía mientras asentía y le daba una 'palmadita' cariñosa al delantero celeste. Bikandi, a pesar de que parecía predispuesto a atender la petición de Aspas, finalmente no lo hizo.
Reflejó en el acta que el tanto había sido en propia meta. El colegiado, además, se equivocó porque le dio el gol a Chus Herrero, cuando el defensa del Cartagena que tocó el balón antes de que entrase en la portería se trataba de Abraham Paz. De hecho, Herrero se encontraba a veinte metros de la acción en ese momento.
En las imágenes de televisión no queda demasiado claro si el balón había entrado ya cuando Aspas lo mandó a la red. El esférico, tras ser repelido por Abraham Paz, toca en el larguero y luego bota en el césped, sin que se pueda afirmar con seguridad si lo hace en la línea o dentro de la portería. Aspas, por si acaso, cabeceó el balón.
Las estadísticas oficiales
Por tanto, en las estadísticas oficiales que realiza la Liga de Fútbol Profesional, el tanto no le será otorgado a Iago Aspas, que se queda con siete, a uno de los actuales Pichichis de la categoría, el delantero del Villarreal B Joselu y el del Almería Ulloa, que ayer marcó dos ante el Huesca.
Aspas había visto portería en los cinco partidos anteriores, cuatro de Liga y uno de Copa del Rey ante el Valladolid. De hecho, acumulaba la friolera de siete tantos en esos cinco encuentros. El moañés volvió a buscar ayer el tanto con insistencia y a punto estuvo de lograrlo en una acción en la segunda mitad en la que Quique de Lucas le recriminó que no le hubiese cedido el balón.
El próximo domingo, en el estadio de Riazor, tendrá la posibilidad de redimirse y marcar en el derbi, un partido que lleva esperando con muchas ganas desde que era sólo un niño.
Atlántico Diario
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