El encuentro disputado ayer en Barreiro entre los filiales del Celta y el Sporting de Gijón quedó marcado por la terrorífica lesión sufrida por el jugador celeste Rubén Martínez, que tendrá que ser operado de una fractura de tibia y peroné con desplazamiento.
Corría el minuto 82 cuando Rubén y el asturiano Juan Muñiz entraron con fuerza a un balón dividido en el centro del campo. El céltico llegó un momento antes y tocó el cuero lo justo para alejarlo de la trayectoria del pie ya lanzado del esportinguista, que en lugar de la pelota encontró la pierna del futbolista local. El duro impacto dobló hacia atrás la extremidad por debajo de la rodilla y el atacante llegado este verano a Vigo, procedente del Alicante, acabó en el suelo y con el rostro desencajado por el dolor.
No fue una acción premeditada, sino un desgraciado accidente, aunque a esas alturas de partido, el juego se había vuelto bronco debido en parte a la permisividad del árbitro con las faltas.
Rubén Martínez escribió por la tarde en su cuenta de Twitter: 'Muchísimas gracias a todos por los ánimos. La verdad es que en estos momentos difíciles se agradecen mucho. Seguiré informando'.
Atlántico Diario
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