El torneo hace que el futbol vuelva a Balaídos sólo cuatro días después de la debacle ante el Las Palmas. Por lo tanto, Borja cree que es una buena oportunidad de dar una alegría a la afición: “A ver si somos capaces de hacerlo bien, un buen partido. Vamos a jugar con menos ritmo, con más calor, el campo no está muy allá.” Visitan los pucelanos de nuevo Balaídos: “A priori no se sabe cómo van a ser las cosas. Lo normal será que sea diferente al de Liga.”
En el encuentro de Liga fue un partido de claro dominio celeste sobre un Valladolid que aprovechó su única ocasión. Borja aun quiere mayor posesión que aquel día: “Vamos a intentar dominar más los partidos y tener más el control.” Sin embargo el encuentro tampoco fue victorioso para los celestes, sigue sin encontrarle explicación: “Cuando cambias tantas cosas y en tantos años, y sigue costando ganar en casa.”
La principal preocupación del medio es la afición: “Es un partido para coger buenas sensaciones en casa y que la gente se lo pase bien, intentar ganar y la gente siga teniendo oportunidades.” Esos minutos para los menos habituales es una de las motivaciones para él: “Yo me preparo en todo lo que puedo para jugar, luego si lo hago no depende de mí. Creo que puedo jugar en todos. Tener más continuidad y minutos depende del míster, hay que esperar.”
En caso de superar la eliminatoria, llegaría un equipo de la Liga BBVA a Balaídos, ya a doble partido: “Veo más un aliciente el tener más partidos y minutos para todos, que el poder jugar contra un Primera. La experiencia me dice que la Copa no nos va a distraer.”
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