Las carencias en la zaga, donde el Celta cuenta con un único central derecho en la figura de Jonathan Vila, preocupan y mucho al celtismo, que además no acaba de confiar en general en el futbolista de Porriño. Paco Herrera es consciente de esas carencias y ha decidido apostar por Oier para ocupar esa demarcación, si bien el futbolista no tiene experiencia como central, como él mismo ha repetido en muchas ocasiones.
No era, por tanto, una prueba fácil para Oier, que cumplió desde el minuto 1 en el que suponía su partido de debut con la zamarra celeste. Oier destacó la competición de Copa, ya que "es una competición hermosa, y no me importaría enfrentarme a Osasuna en la siguiente ronda". Oier destaca su partido de debut como "especial para mí porque jugué en una posición en la que no había jugado en mi vida. Creo que aproveché la oportunidad y se me abren peurtas, pero esto solo es un partido y no se gana la titularid", señaló.
Evidentemente, Oier tendrá que demostrar mucho más para tener derecho a discutir a Vila la titularidad, pero teniendo en cuenta que el rendimiento de Vila no es el esperado, y que el equipo sigue sufriendo en la parcela defensiva, se apreció una leve mejoría con Oier en el campo, por su contudencia y su garra. Oier es de la escuela pamplonica, que suele dar jugadores más efectivos que efectistas. Futbolistas que no se complican la vida y que ayudan a su equipo. El navarro es un jugador con carácter defensivo, algo de lo que no andan sobrados otros, con esa capacidad para saber cuando dar un despeje y cuando jugar el balón. En Pamplona, además, estarán encantados, nos mandaron un lateral e igual les devolvemos un lateral que puede jugar como central. Vaya negocio.
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