La absurda obsesión de Paco Herrera


Entre Paco Herrera y yo hay dos diferencias fundamentales; El tiene el carnet de entrenador y yo no, y además fue futbolista profesional, en contraposición conmigo, que no pasé del amateurismo más ridículo entre pachangas de amigos. Por tanto, los conocimientos futbolísticos de Herrera se suponen y los doy por hechos. Partiendo de esa base, y como simple analista, hay algunas cosas en los entrenadores que jamás entenderé, manías, rarezas, esos ataques de entrenador que no dejan de sorprender a los que no hemos hecho el curso de entrenador.

Herrera tiene varias, pero una de las más conocidas es esa obsesión que tiene por no jugar con dos centrales zurdos. Él lo argumentó aduciendo a los problemas que tienen los zurdos para golpear el balón con la pierna derecha. Se supone que los diestros tienen mayor habilidad con su pierna menos hábil que los zurdos, que suelen ser más cerrados. Lo puedo aceptar, aunque no acabo de ver el problema tratándose de futbolistas profesionales y con nivel para jugar en Segunda División. Me sorprende aún más esto, cuando no ve problema ninguno en colocar a un lateral zurdo como Bellvís en el perfil diestro, donde ha jugado un partido y medio. Teniendo en cuenta que los centrales suelen tener dos perfiles de pase, el izquierdo y el derecho, entiendo que se desenvolverán mejor que un lateral, especialmente a la hora de centrar, o incluso de despejar.

E incluso puedo aceptar la tesis de Herrera, en el caso de que tenga los dos puestos bien cubiertos, que no es el caso. Con Ortega apartado del equipo y la duda del experimento de Oier, nos queda Jonathan Vila, un mediocentro reconvertido que nunca llegará a ser ese central con el que algún día soñamos cuando jugaba sus primeros partidos en dicha demarcación. El Celta adolece de un central diestro contundente, lo pide a gritos, pero no hay en la plantilla ningún jugador con el que Herrera cuenta para esa posición. Tampoco le gusta Víctor Vázquez, ni tampoco otros centrales del filial, así que la solución parece sencilla.

Herrera debe ceder a la testarudez y probar a Catalá y Túñez como pareja de centrales, por la sencilla razón de que son los dos mejores centrales del equipo. Catalá ya jugó en el perfil diestro en varias ocasiones, durante la época de Eusebio, compartiendo zaga con Jordi Figueras. No pasó nada, el equipo inclusó dejó la puerta a cero en algún partido con esta pareja y el mundo no se acabó. Además, Catalá le ha demostrado en los dos últimos partidos que su pierna derecha no es precisamente de palo, ya que ha sido capaz de anotar dos tantos con esa extremidad en los últimos partidos. Creo que es el momento de que Herrera deje esa absurda obsesión y haga lo mejor para el equipo. Creo que la petición ya es un clamor popular.

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