Cuatro años nocivos en Balaídos


El Celta sumó el sábado la derrota número 66 de su historia en Segunda División como local. Solo en los cuatro últimos años, desde su último descenso, el cuadro celeste ha perdido 25 partidos en su campo. Esto significa que casi un 38 % de las derrotas en Balaídos se han contabilizado solo en esta pequeña etapa de un club que con la actual ha jugado 32 temporadas en Segunda.

Solo este año el cuadro vigués ya ha caído con el Elche y Las Palmas. Ya suma un tercio de las seis derrotas que sufrió la temporada pasada en casa (Barcelona B, Huesca, Villarreal B, Recreativo de Huelva, Valladolid y Girona), las mismas que en las dos campañas anteriores. En la 2007-2008, la primera tras el descenso, cayeron en cinco ocasiones.

Un equipo de los que asciende tiene que ser muy fuerte en su campo. Para prueba lo sucedido la temporada pasada en la que el Betis y el Granada perdieron solo dos partidos en sus estadios en toda la campaña, los mismos que ya lleva el Celta este año, mientras que el Rayo cayó en cuatro ocasiones.

Echando la vista atrás, en los últimos ascensos celestes, en el de Fernando Vázquez en la temporada 2004-2005, el Celta perdió cuatro veces en su campo, pero si se busca el anterior ascenso en la 1991-1992 con Chechu Rojo, el cuadro vigués ascendió como campeón sin haber perdido ni un solo partido en su terreno de juego.

Los problemas no vienen solo en forma de derrotas. Si se contabilizasen también los empates, el Celta ha cedido en 31 ocasiones en su última etapa en Segunda unas tablas en su campo. Esto explica el pobre número de victorias celestes como local. De sus doce últimos encuentros en Balaídos solo ha sido capaz de ganar uno. En el último lustro solo ha ganado 35 veces en 85 partidos disputados como local, y en esto se incluye la última temporada en Primera.

Con Paco Herrera en el banquillo celeste se ha producido al menos un cambio en cuanto a lo que los célticos son capaces de hacer como visitantes. La pasada campaña solo perdieron tres partidos a domicilio, y en esta Liga solo han caído en una ocasión mientras que han sumado ya tres triunfos fuera.

Esta nefasta racha puede explicar el éxodo que se ha producido de las gradas de Balaídos en los últimos años. En el partido ante el Las Palmas estuvieron solo 8.800 espectadores, y en esta campaña, a pesar de un arranque con dos victorias como visitante, el club vigués no pasa de los diez mil espectadores en sus citas de casa.

Antes de terminar este mes el Celta aún debe recibir en su campo al Valladolid este miércoles en Copa, el Huesca el sábado 22, y el martes 25 al Girona en el partido aplazado.

La Voz de Galicia 

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