No voy a ser hipócrita, el chaval nunca ha sido santo de mi devoción. Un jugador debe tener algo más que celtismo (que se le estima y mucho) y sacrifico (que lo tiene) para poder ser titular. Prometía y mucho, pero se ha quedado en un eterno querer y no poder, escudado en un entorno que no le ayuda y una fragilidad moral y física que le impide ser importante en este equipo.
Nadie puede negar que es tan celtista como el que más, tanto él como su familia han dado muestras de sobra de su compromiso con el club. Tampoco el sacrificio, es de los pocos que ayuda en labores defensivas a su compañera de banda. Pero ahí nos quedamos, porque Dani Abalo no ha logrado añadir nada más a los haberes de su cuenta. Ha perdido el regate, el centro, la velocidad, etc…
En contraposición todos sus defectos se han hecho más y más grandes. El entorno no le ayuda a reconocer sus problemas, por ejemplo la fijación de Iago Aspas en buscarle constantemente en cuanto coinciden en el campo. No es bueno para él ni para el equipo. Su moral, quizás el mayor de sus problemas en estos momentos. Se siente observado, controlado, con el crédito agotado ante una afición que lo quiere. Y al primer error, se le vienen todos los fantasmas encima. Y su físico le está traicionando, esas supuestas molestias en la cadera parecen esconder algo de más calado.
Toni debe ser un ejemplo, el año pasado tampoco me parecía un jugador para la primera plantilla. Ha vuelto más hecho, más maduro, y Herrera debe empezar a darle más bola. Y ya. Por todo ello, creo que la solución es muy sencilla. Una cesión a donde le aseguren minutos y juego. Aquí después de más de 100 partidos en tres años no se puede perder más tiempo con él. Siento la dureza, pero la época de esperar y tener fé ya ha pasado. Dani, por favor, hazme cambiar de opinión.
@DavidPenela
0 comments:
Publicar un comentario