El jugador comodín para Herrera muestra su indiferencia ante su posición en el campo, lo que le gusta y realmente le interesa es jugar, ser titular, tener la confianza del míster. Además tras el entrenamiento a puerta cerrada en Balaídos se unió a aquellos que optan por un cambio en la forma de jugar, hacía un mayor control de la posesión de balón, la tranquilidad y la paciencia para encontrar la ocasión.
El Celta afronta un nuevo partido en su casa, en Balaídos. Lo que debería ser algo ilusionante, en el celtismo se torna en preocupación. Alex piensa que “tenemos ansiedad por llegar rápido a la portería, hay que tener más tranquilidad y la posesión. El equipo está capacitado para ello.” Aunque no sólo la culpa la tiene el juego, sino hacerlo delante de la afición: “No estoy presionado por jugar en casa, aunque si que es cierto que tenemos momentos con ansiedad para agradar y volver a ganar en Balaídos.”
Uno de los temas de la semanas es el cambio del equipo de un juego rápido y directo a otro más elaborado y de mayor posesión: “Nos conocen e intentan contrarrestarlo, quizás este año tenemos que cambiar. Fuera de casa nos viene bien el robar y contragolpear rápido. Pero en casa tenemos que tener más paciencia.”
El ferrolano se ha visto envuelto en un debate en torno a su posición en el campo tras la entrevista en El Fútbol es Celeste. Volvió a insistir en lo que ya dijo: “Donde decida ponerme intentare hacerlo de la mejor forma posible, sea de mediapunta, de interior o de pivote, pero me gusta más de pivote. Lo importante es jugar.” Para el partido frente a Las Palmas espera “un equipo diferente, son muy buen equipo de mitad para arriba, jugadores habilidosos y con mucho peligro si nos logran robar.”
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