Pablo Viana, el líder del grupo opositor a Carlos Mouriño que posee el 15% de las acciones del Celta, considera que en la junta del pasado miércoles se le negó el derecho, que él considera legítimo, a tener representación en el consejo de administración porque el presidente tiene 'algo que ocultar'.
El abogado incluso insinúa que Mouriño está planeando desprenderse de sus acciones una vez el equipo ascienda a Primera. 'Habría que preguntarle por qué no quiere que estemos en el consejo. Sólo puede haber dos razones. Una sería porque existen papeles que no quiere que vea un consejero ajeno a su grupo. La otra, porque hay operaciones ya en marcha que no están a la vista de todos y que no quiere que se conozcan. Hablo de ventas y contratos condicionados a un ascenso. Se puede pactar una compraventa con ingresos de hasta 18 millones por derechos audiovisuales (lo que percibiría el Celta en la máxima categoría). Puede venir alguien a decirle que le compra el club, pero sólo en Primera, y hacer un contrato condicionado de compraventa', explica.
Viana prevé que si se produce el ascenso, Mouriño propondrá una ampliación de capital para convertir en acciones los 8 millones que actualmente le debe el club. De esta manera, el presidente pasaría a poseer el 90% de los títulos de la entidad, mientras que el grupo que él lidera debería contentarse con un porcentaje accionarial meramente anecdótico. 'Si el club asciende a Primera, va a intentar capitalizar esa cantidad antes del 31 de diciembre de 2012 –fecha en la que vence el plazo del préstamo– y no tiene sentido hacerlo si no es para poseer el 90% del Celta. Entonces, la cantidad que podría obtener por su venta se la llevaría sólo él', señala Viana, que considera que esta maniobra es ilegal, ya que, a su parecer, completaría lo que se conoce como una operación acordeón: reducir el capital de una sociedad y luego ampliarlo para así perjudicar al resto de accionistas. 'Ya existe una querella criminal por la reducción de capital anterior que está tramitándose en un juzgado de instrucción de Vigo y esta nueva maniobra no le beneficia. Lo que hizo fue una estafa, una apropiación indebida, reduciendo capital después de dar entrada a los que, vía concurso, habíamos pasado a formar parte del accionariado', explica.
Por último, Pablo Viana tacha de oscurantista la gestión de Carlos Mouriño y de su consejo de administración. 'Miente cuando dice que lo que quiere es fiscalización, luz y taquígrafos y puertas abiertas a todos los accionistas cuando lo primero que hace es denegarle entrar en el órgano de gestión a los que tienen el 15%', dice.
Un laudo arbitral
Pablo Viana no se resiste a no formar parte del consejo de administración del Celta y ayer mismo inició los trámites para que se revoque la decisión tomada en la junta del miércoles. 'Le trasladé al secretario del consejo que mi intención es resolver este asunto en quince días. Le he propuesto sentarnos en una mesa el lunes que viene y decidir quién es el árbitro, en función de la terna presentada por la dos partes. En quince días podríamos tener un laudo arbitral, que si conseguimos que nos dé la razón, obligará al Celta a convocar una junta extraordinaria para el nombramiento de los consejeros a los que tengamos derecho'.
Viana es optimista en este sentido, ya que considera que la ley le da la razón. 'La petición inicial es que el capital social se divida entre el número máxima de consejeros, que es quince. La subsidiaria es que, por lo menos, se divida entre siete, que era el número de consejeros que llegaron a la junta. Lo que está claro es que no hay que dividir entre el mínimo (cinco)', explica.
Fuente: Atlántico.net
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