Siempre según el diario regional, Braulio admitió en su declaración haber abrazado por la espalda a una mujer de unos treinta años sobre las 9.30 horas del miércoles, que rápidamente comenzó a patalear y a gritar. El jugador continuó realizando tocamientos en sus parte íntimas, hasta que la presencia de un viandante le hizo alejarse del lugar. El jugador explicó que fue incapaz de controlar la pulsión que sintió al ver a la mujer y la atacó.
Tras denunciar los hechos, los rasgos del agresor y las características de su vehículo, Braulio fue detenido horas después tras ser reconocido en una estación de servicio. El jugador, que carece de antecedentes penales o policiales, fue abordado por una pareja de agentes de la Policía Judicial en la Ciudad Deportiva, donde había participado en el entrenamiento de la primera plantilla del Real Zaragoza.
Un hecho lamentable e insólito en el mundo del fútbol, protagonizado por un futbolista que ha estado en numerosas ocasiones en la agenda del Celta. El nombre de Braulio se asoció al conjunto vigués en varias ocasiones. La última vez que sonó, y con mucha fuerza, fue en el mercado invernal de la Temporada 2009-10, aunque finalmente llegarían Papadopoulos y Cellerino.
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