Viajar en tiempos de huelga


Así como hace unos días dije que la huelga de futbolistas podría resultar beneficiosa para el Celta, ahora me retracto en cierto modo al ver las posibilidades que se están barajando una vez se termine el parón. Si como todos deseamos la Liga comienza este fin de semana –algo que todavía está por ver y que, de momento, no parece cuanto menos sencillo-, no se contempla el empezar desde cero, es decir, desde la primera jornada. Una vez desestimada la aberrante opción de realizar una competición de 41 encuentros, la LFP tiene la idea de posponer el encuentro inaugural a las fechas navideñas con la intención de no alterar más el calendario. De este modo, si finalmente se juega este fin de semana, se disputarán los duelos correspondientes a la segunda jornada.

Por lo tanto, ya podemos olvidarnos de ver al Girona en Balaídos hasta diciembre próximo. Ahora lo que toca son sendos viajes a Murcia y a Huelva. En principio no debería suponer ningún problema, pero el hecho de que, al estar la disputa del partido en el aire, no se haya podido planificar el viaje, provoca que, seguramente, el Celta tenga que desplazarse en autocar hasta la capital murciana, lo que suponen 2000 kilómetros de trayecto entre la ida y la vuelta.

De esta manera, el equipo vigués es víctima de la mala suerte, pues, en lugar de un cómodo recibimiento al Girona, tendrán que pegarse una auténtica paliza (viajarían un día antes y regresarían de madrugada), la cual es probable que repercuta en el aspecto deportivo.

Pero no es el Celta el peor parado por este problema. Las Palmas, el único equipo insular de la categoría, es probable que no tenga manera de desplazarse a Guadalajara para disputar su encuentro frente a un recién ascendido como es el equipo manchego. Ante la inseguridad sobre la disputa del partido, desde el equipo canario no se ha podido planificar ningún viaje, con lo que los billetes de avión son casi imposibles de conseguir, a día de hoy, para toda una expedición de 25 miembros.

En una situación semejante a la del Celta se encuentra también el Recreativo de Huelva. El conjunto andaluz debe desplazarse a A Coruña para jugar frente al Deportivo. La distancia que separa las ciudades herculina y onubense es de, aproximadamente, 1000 kilómetros, algo que, mientras en avión es poco más que un paseo, en autocar implica un auténtico “marrón”.
En situaciones incómodas, pero menos comprometidas, se encuentran equipos como el Xerez, Numancia o Valladolid, los cuales tendrán que viajar a Alcorcón, Alcoy y Tarragona, respectivamente.

Así pues, este es el panorama si finalmente se disputa la segunda jornada este fin de semana. Claramente, el Celta sale perjudicado, pues tendrá que realizar un viaje infernal que lo lógico es que le produzca un notable desgaste físico, además de soportar las altas temperaturas de la comunidad murciana en estas fechas estivales (recordemos que, aún por encima, el encuentro se disputa a las 12 de la mañana). Otros, en cambio, han tenido mejor suerte. Son cosas de la diosa fortuna.

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