Aunque nos encontremos a principios de agosto, pese a que la pretemporada del equipo es todavía joven, y a pesar de que aún restan dos semanas y media para el inicio de la competición, ya podemos empezar a extraer las primeras conclusiones. Una de ellas, en la delantera.
En tiempos de Eusebio, el club vigués carecía de un goleador, un “killer” del área que finalizase las jugadas, un hombre capaz de cargar en sus hombros con la responsabilidad del gol. Llegó Herrera y ese fue el principal problema que se intentó subsanar. Para ello arribaron en Vigo Joan Tomás, Quique De Lucas y, especialmente, David Rodríguez. El talaverano, que daba inicio a su segunda etapa en Balaídos, llegaba como la esperanza celeste para mitigar un defecto que lastró el fútbol preciosista y valiente que buscaba el conjunto de Eusebio. Con él en el equipo, 17 goles y la sensación de que el Celta volvía a ser un equipo poderoso ofensivamente.
Este año, el segundo de Herrera en el banquillo, la delantera volvió a estar en el punto de mira de Torrecilla. La escuadra celtiña únicamente contaba con David como nueve puro, pues Papadopoulos nunca entró en los planes del técnico catalán. El objetivo era buscar un recambio, o un complemento, para el goleador celeste. El hombre elegido fue Mario Bermejo, un veterano curtido en mil batallas con un notable número de goles a sus espaldas en los últimos años. La parcela más ofensiva del Celta parecía estar completa, con dos futbolistas de garantías que aseguran trabajo, sacrificio y gol.
Pero, a última hora, parece haberse colado un invitado inesperado. Se trata de Iago Aspas. El moañés, mediapunta de nacimiento, fue reconvertido por Eusebio a la delantera ante las necesidades goleadoras del equipo. Asimismo, Herrera lo utilizó en esa posición en multitud de ocasiones dada su movilidad, su gran capacidad para el desmarque, su calidad técnica y su gol.
El futbolista es consciente de que en la posición de enganche, el técnico va a confiar, en un principio, en Roberto Trashorras. Mientras, en la delantera, sus posibilidades de jugar aumentan. Bermejo, hasta el momento, no ha demostrado nada para ganarse el puesto; Aspas sí. Por otro lado, David, pese a su fantástica temporada con sus 17 goles, deja en la grada una sensación de que, de no haber estado tan fallón en algunas ocasiones, su cifra goleadora podía haberse multiplicado.
De esta manera, no sería tan descabellado pensar que, el día 21 frente al Girona, sea Iago el delantero centro del equipo. Capacidad y ganas no le faltan; véase el partido de Barreiro del martes pasado.

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