Tropezar dos veces en la misma piedra


Gaffoor y Pablo Pillado regresan al filial. La versión oficial es que lo hacen para que Fonsi Valverde los conozca, ya que no ha tenido la oportunidad de entrenar con ellos, y que, tras unas semanas, regresarán a la disciplina de Herrera. Ayer por la noche planteábamos esta misma cuestión. ¿Qué hará el club? Herrera había dicho en la primera rueda de prensa de la pretemporada que sí no le convencía Gaffoor tendrían que buscar un central en el mercado.

Sería lo más logico, aunque según La Voz de Galicia, la idea del club es la de no fichar a ningún central y jugarse la temporada con los tres centrales con los que cuenta Herrera, es decir, Vila, Túñez y Catalá. Tres futbolista para dos puestos. Incluso aunque se le encuentre salida a Ortega, tampoco vendría un futbolista para sustituírle. El cántabro tampoco tiene opción alguna salvo milagro.

Si el año pasado, el Celta flojeó en los laterales, sin recambios naturales, este año lo hará en los laterales, donde solo hay un suplente para Hugo Mallo y Roberto Lago, y sobre todo, en la zaga. Ayer, Catalá se lo tomaba con filosofía, pero lo cierto es que la situación es muy grave. Afrontar una temporada de 42 partidos, que podrían ser 46 con el play-off, con solo tres centrales es una temeridad de proporciones biblícas, y además, supone no aprender de los errores del año pasado, donde el Celta sufrió enormemente cuando Hugo Mallo y Lago faltaron a la vez, que fue en varias ocasiones.

En el caso de los centrales es especialmente preocupante. Túñez entrará en los planes de César Farías para las eliminatorias mundialistas. Recordemos que la Segunda División no se para aunque haya partidos de selecciones, por lo que no podríamos contar con el concurso del central en más de una ocasión, por no hablar de lo que supone un viaje tan largo, no entrenar con el grupo durante más de una semana, etc, etc. A eso hay que sumar que la posición de central es de las más complejas en cuanto al aspecto disciplinario. Lo normal es que los centrales cumplan, al menos, dos ciclos de cinco tarjetas amarillas, con el consiguiente partido de sanción, además de las posibles expulsiones que sufran a lo largo de la temporada.

Es decir, estamos hablando de bajas normales, y que antes de comenzar la temporada ya conocemos. Siendo así sería una temeridad, pero a ello tenemos que sumar posibles lesiones, que las va a haber, y teniendo en cuenta que, para ahorrar dinero, se ha prescindido de un recuperador, los tiempos de recuperación se van a alargar. No quiero pensar lo que podría pasar si alguno de los centrales se lesiona por plazo de un mes, o algo más. Sería terrible, porque Herrera no cuenta con Gaffoor, no tiene confianza en él. Creo que es una temeridad, un riesgo innecesario, y la demostración de que no se ha aprendido de errores pretéritos.

Esperemos que los mandatarios del club recuperen el norte algún día.

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