Herrera, el fabricante de jugadores de Primera División


En la vida de un deportista, y mucho más en la de un entrenador, es corriente cometer fallos, que si son mezclados con aciertos, suelen pasar casi desapercibidos. De hecho, los fallos se magnifican en función de la grandeza de los éxitos. Paco Herrera, técnico celtiña desde la temporada pasada ha cometido errores, como todos los entrenadores, pero sus aciertos, sus éxitos, han ido tapando los pequeños borrones que su pluma ha podido ir dejando.

Nadie le pudo reprochar nada durante la primera parte de la pasada temporada. El equipo se situó en la zona noble de la tabla, llegando a liderarla incluso, desplegando un juego tan bonito como eficaz. El final de temporada no fue lo que todos deseábamos y Herrera tuvo parte de culpa con sus indecisiones, pero en Vigo se le perdonó todo porque éramos conscientes de que, gracias en parte a él, la ilusión por un ascenso que finalmente no se consumó, había regresado a Balaídos. Y por entonces, ya casi nos conformábamos con eso.

Ahora, con las victorias de principios de la temporada pasada muy lejanas, los fallos van ganando terreno con voracidad a los aciertos. Decisiones extrañas, difíciles de comprender y seguramente de tomar, han puesto en el disparadero al técnico catalán. Se le ha querido cargar con la responsabilidad de la salida de Trashorras en exclusiva, y él tampoco lo ha negado en ningún momento. Sus declaraciones, en las últimas fechas están sorprendiendo por las constantes contradicciones en las que recae, pero siempre con un límite.

Ayer en rueda de prensa, a Herrera se le fue la mano... y detrás la boca. En su intento por "halagar" a Trashorras, confesó que se sentía orgulloso y partícipe del triunfo del lucense, que había llegado a Primera con 30 años, según se encargó de recalcar el técnico celeste, y llegó a aventurar que su llegada había sido fundamental, considerándose parte casi indispensable del éxito del de Rábade. "Las dos últimas temporadas de Trashorras no habían sido buenas y por eso no lo llamaron de Primera", dijo Herrera. Esta cuestión sería más o menos discutible. El año pasado no se fue a un equipo de Primera, lo cual no quiere decir que no tuviese ofertas, y en todo caso, en ningún momento del verano pasado se le colgó a Trashorras el cartel de "Se regala". Pensar que ha sido Herrera el técnico que ha catapultado a Trashorras a la máxima categoría es de una gran ingenuidad.

Pero Herrera no sólo se atribuyó para sí el éxito de Trashorras, sino también del de Michu, de quién dijo que gracias a que ha hecho la mejor segunda vuelta de su carrera, se han acordado de él en Primera. Claro, siempre con su ayuda. Pero se olvidaba Herrera de que al Rayo no le costó un solo euro el asturiano, y que hace un año y medio, cuando Herrera no sabía ni donde estaba A Madroa, el Sporting de Gijón ofreció un millón de euros por el futbolista. Que no es lo mismo que aprovechar que termina contrato para ficharlo. 

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