Ayer, tras la victoria por 1-2 frente al Pontevedra, se dio por finalizada la pretemporada del Real Club Celta. A partir del próximo fin de semana, si la huelga no lo impide, se abrirá una temporada que promete ser larga, exigente y apasionante. En ella, el Celta volverá a buscar ese objetivo que lleva ya casi un lustro persiguiendo, pero al que no ha conseguido dar caza: el ascenso. Este mes de preparación, con poco más de diez encuentros amistosos de por medio, ha ofrecido luces y sombras, aspectos positivos y negativos por igual que dejan en el paladar celeste un extraño sabor de ilusión y dudas al mismo tiempo.
La nueva campaña comenzó con las marchas de Michu y Falcón, antiguos estandartes del club, y la llegada de Mario Bermejo, Natxo Insa y Oier Sanjurjo, destinados a reforzar la delantera, la media y la defensa, respectivamente. Entre medias, Mouriño establecía el ascenso directo como meta a conseguir. La afición vivía expectante e impaciente a la apertura de la campaña de abonados, así como a la presentación de las nuevas camisetas. Ambos proyectos se retrasaron más de lo previsto y comenzaron a encender una llama de decepción y malestar en la afición celeste. Seguidamente, se frustró, ante una falta de acuerdo en la forma de pago, la incorporación de Roberto Lago al Granada CF.
En el terreno de juego, las cosas marchaban bien. Victoria en el partido inaugural frente a un rival de prestigio, el Sporting de Braga, subcampeón de la Europa League. Posteriormente, triunfos frente a Celta B, Freamunde – muy buen partido del equipo- y Ourense, los cuales permitieron extraer varias conclusiones: la calidad y el sacrificio de Natxo Insa, la grata sorpresa en el rendimiento de Oier, el buen estado de forma de Iago Aspas y Joan Tomás y las dificultades del conjunto en las acciones a balón parado.
No obstante, tras empatar sin goles con el Beira Mar, dando así por finalizada la gira por Melgaço, las cosas comenzaron a torcerse. A Papadopoulos y Sergio Ortega se les unieron, sin motivos aparentes, López Garai y Roberto Trashorras, como nuevos “descartes” de Paco Herrera. El caso del futbolista vasco no despertó tanta expectación, pero la decisión de prescindir de Trashorras, posiblemente el mejor jugador de la categoría, sí que levantó ampollas en una afición que estaba empezando a sentir que se le tomaba el pelo. El propio Herrera, supuesto responsable de dicha decisión, no pudo haber resumido mejor el sentimiento del celtismo: “Es como si te dan una pistola de agua para ir a la guerra”.
Finalmente, Trashorras partiría con destino el Rayo Vallecano, y la afición, molesta ya por la penosa campaña de abonados – donde los precios se incrementaron considerablemente-, terminó por explotar contra un Carlos Mouriño que necesita, urgentemente, un golpe de efecto para revertir esta situación en su contra. Desde el celtismo no se entienden decisiones como las de escatimar en fichajes cuando se ha marcado como objetivo el ascenso directo, la de prescindir y regalar a Trashorras sólo para evitar el pago de su ficha, la de ignorar a una afición que había vuelta a engancharse a la ola celeste tras el play-off con una tardía y cara campaña de abonados…
Así, y de la mano de esta negativa corriente extradeportiva, comenzaron a llegar los malos resultados en lo que a fútbol se refiere. Pese a ganar el triangular de Barreiro con sendas victorias frente a Coruxo y Gran Peña, se empató frente al Alondras en un mal partido. Seguidamente, y pese a no disputar un mal encuentro, el Celta cayó frente al Sporting de Gijón debido a su preocupante mal endémico: una jugada a balón parado. Después, llegaría un partido esperpéntico frente al Lugo, donde el equipo vigués perdió por 3-1. Finalmente, ayer mismo, el Celta finalizaría su preparación con una victoria pírrica frente al Pontevedra.De estos encuentros, podemos sacar en positivo los galones que empieza a adquirir un mejor Iago Aspas, así como la mejoría de Toni. Sin embargo, Bermejo sigue sin encontrar el gol con regularidad, De Lucas y Oier son seria duda para el partido inaugural y tanto la defensa como la portería del Celta están dejando mucho que desear.
Los bolos veraniegos han finalizado y ahora comienza lo bueno.
El Celta necesita un refuerzo en defensa, así como un sustituto para Trashorras, capaz de devolver la ilusión a una afición desencantada. Esperemos que Insa y Oier mantengan el nivel, que tanto Álex López como Iago Aspas se erijan como los “cracks” del equipo, al tiempo que Bermejo recupera el olfato goleador y Yoel termina por ganar la confianza necesaria. Las dudas se ciernen sobre el conjunto, pero opino que esta escuadra tiene la capacidad suficiente, aún sin Trashorras, para conseguir el ascenso a Primera. ¿Vosotros qué opinais? ¿Hay motivos para soñar?
El Celta necesita un refuerzo en defensa, así como un sustituto para Trashorras, capaz de devolver la ilusión a una afición desencantada. Esperemos que Insa y Oier mantengan el nivel, que tanto Álex López como Iago Aspas se erijan como los “cracks” del equipo, al tiempo que Bermejo recupera el olfato goleador y Yoel termina por ganar la confianza necesaria. Las dudas se ciernen sobre el conjunto, pero opino que esta escuadra tiene la capacidad suficiente, aún sin Trashorras, para conseguir el ascenso a Primera. ¿Vosotros qué opinais? ¿Hay motivos para soñar?
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