Thiago Alcántara do Nascimento era apenas un niño de cinco años cuando su padre, el gran Mazinho, llegó a Vigo. Por aquel entonces, el pequeño Thiago golpeaba la pelota torpemente, intentando imitar a su padre y soñando probablemente con emularle algún día. Hoy, quince años después, es una de las mayores promesas del fútbol mundial, y fue en Vigo donde comenzó a enamorarse de este juego que todos adoramos. Siempre lo recuerda.
Durante la época de Mazinho era habitual ver a Thiago con una pelota por A Madroa. El niño tenía cierta fama y todos esperábamos que algún día sucediese a su padre como ídolo del celtismo. Lamentablemente parece que será difícil que esto sea así, aunque siempre podremos disfrutar con su juego, vista la camiseta que vista.
Probablemente, como digo, no triunfará con la camiseta celeste, como hizo su padre, pero en Balaídos fue donde, a buen seguro, comenzó a apasionarse con este juego. En una entrevista publicada en el Diario AS, Thiago recordaba a aquel gran Celta, comandado por su padre, entre otros muchos talentos: "Menudo Celta de Vigo. Allí se unieron futbolistas diferentes que forjaron un grupo potente que deleitaba a todos los aficionados" afirma el mayor de los Alcántara.
A pesar de ser muy pequeño, Thiago afirma recordar todo de aquel equipo: "Allí estaban Makelele, Revivo, Mostovoi, Karpin, Juan Sánchez, etc Un equipo que me apasionaba. Aquél Celta, para mí, fue el mejor equipo del mundo. Vencieron a históricos como la Juventus, el Benfica, etc Si no recuerdo mal, llegaron a cuartos de final de la UEFA".

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