El juicio a la gestión de Horacio Gómez y de Alfredo Rodríguez al frente del Celta entre 2002 y 2006 ya tiene sentencia. El juez condena a ambos procesados a una mínima pena: dos años de inhabilitación para administrar bienes ajenos, empresas. Además, absuelve al auditor José Manuel Patiño. Contra el fallo del titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra cabe la posibilidad de presentar un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial. Se cierra así un proceso judicial en el que se cuestionaron prácticas contables habituales en el fútbol español que han conducido a una masiva declaración de procesos concursales para evitar la desaparición de los mismos.
Gómez y Rodríguez salen de este proceso con la pena que como mal menor propuso el letrado del expresidente, para quien el fiscal llegó a reclamar diez años de inhabilitación y que respondiese con su patrimonio a parte de las deudas que el concurso de acreedores a que se sometió el club dejó insatisfechas. En el juicio, el ministerio fiscal decidió retirar esta última petición, mientras que la administración concursal que promovió este proceso judicial redujo los años de inhabilitación a cinco.
El juez, como señala en la sentencia, ha estimado "parcialmente las demandas de calificación presentadas". Considera probado que Horacio Gómez y Alfredo Rodríguez cometieron "irregularidad en la contabilidad relevante para la comprensión de la situación patrimonial y financiera de la sociedad".
A diferencia de lo que solicitaba la administración concursal, con el voto en contra de uno de sus tres miembros, de declarar culpables a los procesados de generar la situación económica que condujo al Celta a entrar en Ley Concursal, el juez no lo considera probado.
Actas de Hacienda
Una de las supuestas irregularidades que se debatieron en la vista oral fue no provisionar en las cuentas del club las actas de Hacienda, relativas a IVA e IRPF. El juez considera a los acusados "carentes de potestad" para no incluir estas partidas en los presupuestos de la entidad, aunque se acordase de manera generalizada en la Liga de Fútbol Profesional. "Tampoco resulta de justificación el hecho de que una completa provisión hubiera hecho entrar al club, de forma inmediata, en causa de disolución", subraya.
Caso catanha
La administración concursal también advirtió "irregularidades" en la amortización de jugadores durante el mandato de Gómez. El caso más claro fue el del delantero hispano-brasileño Catanha, el fichaje más caro de la historia del Celta. En este caso, el juez cuestiona la "práctica contable" realizada por los exdirectivos célticos, que mantuvieron activas las amortizaciones por el jugador dos años después de que hubiese concluido su relación contractual con el conjunto vigués. "No cabe decir que la práctica contable empleada responda a un correcto reflejo de la realidad del jugador [Catanha] en el club, afecte ello o no a la solvencia del concursado".
Activación de la cantera
El Celta activó en su contabilidad entre 2004 y 2006 el valor de varios jugadores de la cantera por un importe de 12 millones de euros. Entre los mismos se encontraba Borja Oubiña, por el que años más tarde el Benfica llegó a ofrecer 10 millones. "Lo realmente relevante, sin embargo, en opinión del juzgador, no es que los jugadores activados fuesen valorados en las sumas reflejadas, sino que éstas respondan a los principios contables de obligado cumplimiento y sean coherentes y mantenidas en el tiempo". Recalca el juez, por tanto, que la "práctica contable empleada no estaba permitida".
Pago de primas
El Ministerio Fiscal y la administración concursal denunciaron que se pagasen algo más de 2 millones de euros en primas por el ascenso a Primera División en 2005 y la clasificación para la UEFA un año después. "En opinión del juzgador", se apunta en la sentencia, "resulta simplemente inverosímil que no se hubiesen acordado primas por ascenso y clasificación europea", como negaron los imputados y la mayoría de los testigos. "Tampoco cabe escudarse en la falta de constancia escrita del acuerdo. Existiendo éste, nace la obligación de documentarlo y contabilizarlo; y si no se hizo lo primero, el incumplimiento es doble", apunta el juez.
Caja Fuerte
El juez considera "poco transparente" que el equipo directivo de Horacio Gómez mantuviese una caja fuerte con sumas que rondaban el millón y medio de euros.
Culpabilidad del concurso "Las decisiones adoptadas lo han sido de forma consciente y voluntaria, bajo la justificación de que así se reflejaba mejor la imagen fiel de la sociedad", señala el juez, que dicta sentencia: "Declaro culpable el concurso al haber cometido el deudor irregularidades en la contabilidad relevante para la comprensión de la situación patrimonial y financiera de la sociedad".
Fuente: Faro de Vigo
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