El día que Stoichkov ganó la partida a Caparrós


El último derbi gallego se jugó un 15 de abril del 2007 en Balaídos, correspondiente a la jornada 30. Al Celta no le marchaban bien las cosas. El equipo peleaba por salir de los puestos de descenso. Fernando Vázquez dejaba su sitio en el banquillo a Hristo Stoichkov. El búlgaro revolucionó Vigo con su llegada, pero, tras apagarse los fuegos artificiales, acabó ahogando al Celta en el pozo de Segunda. El Deportivo de Caparrós llegó a la cita navegando por la zona templada de la clasificación. Era un equipo consistente, pero que ya empezaba a acusar la falta de gol. Taborda y Estoyanoff entraron de revulsivo, y como era habitual, sin resultados.

En ese partido participaron más jugadores uruguayos que gallegos. El conjunto Deportivista aportó a los dos atacantes con la pólvora mojada. El Celta jugó con los charrúas Pablo García y Canobbio. El único gallego que pisó el césped fue Iago, hoy en el Montañeros.

El Celta solo había logrado vencer un partido en casa hasta el momento, y daba la sensación que los futbolistas se encontraban más cómodos jugando lejos de Balaídos. Pinto defendía el arco de aquel equipo, en el que Canobbio daba sus últimos coletazos y Baiano sus últimos picotazos. Precisamente, el delantero brasileño fue el encargado de firmar el único tanto de aquel partido. En el minuto 61, Gustavo López, libre de marca, se encontró con un balón en la frontal tras la salida de un córner. Lo acomodó a su pierna y disparó raso. Fue entonces cuando apareció Fernando Baiano, cerca del área pequeña, desviando el esférico al fondo de la red.

Cuando Undiano Mallenco pitó el final, el Celta respiró, y tras coger aire, rió. El Dépor se volvió a Coruña enfadado. Un derbi es un derbi. Sin embargo, al final de temporada, el conjunto olívico lloró con el descenso. El Deportivo acabó en la zona tranquila.

Fuente: La Voz de Galicia

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