El rumbo de Paco Herrera en las últimas semanas está siendo un tanto errático. La crisis de resultados le ha hecho dejar de creer en el sistema que tan buenos resultados le había dado y ha probado diversas alternativas, con cambio de cromos incluído. En los últimos partidos, da la sensación de que el técnico se está dejando llevar por los resultados, lo que le hace ir a la deriva en muchas ocasiones.
Tras muchos partidos sin ganar, el Celta visitaba el Carlos Belmonte con una ausencia de campanillas, la de Roberto Trashorras, y otra serie de bajas que provocaron la entrada de Jota en el equipo titular y de Mateo en la segunda mitad. El Celta ganó aquel partido, sin un gran juego, pero los tres puntos hicieron creer a Paco Herrera que había dado con la clave para resolver la intrincada situación celtiña.
A la semana siguiente visita Vigo la Ponferradina, el colista de la categoría, y Herrera decide repetir la idea futbolística, dejando a Trashorras en el banquillo. El partido resulta tedioso, y aunque el Celta se adelanta pronto en el marcador, las carencias del equipo se desnudan en una segunda parte dominada de cabo a rabo por la Ponferradina. Tras alguna intervención milagrosa de Falcón, el meta gaditano no puede evitar el gol del empate en el descuento.
Herrera mantiene un equipo similar en Las Palmas, pero tras una desastrosa primera mitad decide hacer otro cambio. Retira del terreno de juego a López Garai y pone a Trashorras en el once que inicia la segunda mitad. El equipo está brillante, domina por completo a la Unión Deportiva y merece mejor suerte que el empate que se trae a Vigo. Herrera vuelve a ver la luz.
Siete días después repite ante el Girona el once que tan buenos resultados dio en la segunda mitad de Las Palmas. Trashorras es ahora la solución y López Garai, prescindible. El Girona le pinta la cara al Celta y se lleva el partido con claridad (0-4), con una actuación defensiva al nivel de un equipo cadete.
Herrera tiene claro que hay que reforzar la zaga. Disfraza de rotaciones lo que es una revolución en toda regla y saca del equipo titular a los dos centrales titulares, pertrecha la defensa con tres centrales y dos laterales y saca un empate en Salamanca, donde además, el equipo charro crea pocas ocasiones. El técnico celtiña afirma que le gusta el sistema y que ya le dio un ascenso en Badajoz, así que repite ante el Rayo.
Está haciendo lo mismo en las últimas semanas. Ha cambiado de idea futbolística tres veces en el último mes y le han hecho renunciar a ellas los resultados. No es el mejor escenario posible estar experimentando a estas alturas. Conociendo su "modus operandi" de las últimas semanas, y viendo que Murillo estuvo mal y fue sustituído al descanso por Vila, que sin hacer un gran partido mejoró al vasco, la defensa que saldrá ante el Elche será la misma que jugó la segunda mitad.
Habrá que ver si sigue con los delanteros que no marcan goles o decide dar paso ya a los que sí los marcan.
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