El Celta se despide de la Liga Indoor


El Celta de la Liga Indoor cayó ayer en Sanxenxo ante el Sporting de Gijón. La derrota supone la clausura de la temporada para los veteranos celestes, apartados de los cuartos de final ligueros (debían quedar segundos de su grupo) y también de la Copa de España (la tercera plaza marcaba el límite). Pese al marcador abultado, el cuadro vigués confirmó las buenas sensaciones que ha ofrecido en la campaña de su debut y promete progresar de cara a la siguiente.

El Sporting, que actuaba de local, no quería sorpresas y un único punto le bastaba para hacerse con el objetivo, mientras que los célticos estaban obligados a ganar para poder seguir sintiéndose importantes en esta Liga Fertiberia. Fue un partido de alto voltaje, dominado por la tensión.

El comienzo comenzó con goles, concretamente con dos del Celta en los primeros cuatro minutos de partido. El objetivo de los de Moncho Carnera era abrir distancias en el marcador lo antes posible para evitar más tarde los arreones rojiblancos. Despertaron muy rápido después de la siesta los hombres de Redondo y comenzó la remontada sacando un fútbol de lujo, de lo mejor que se ha visto esta temporada en los campos de España. El primero en acortar distancias fue David Cano y siguieron Fredy y más tarde Blaya para concretar la remontada.

Solo Ratkovic y Quique llegaban en esa fase a la portería del Sporting pero Ramón, portero rojiblanco, estaba impecable.

El Sporting era el dueño del partido y no forzaba la máquina más que cuando lo necesitaba, de ahí que jugaran cómodos, sacando la pelota jugada desde atrás sin temor a perderla, con la confianza que da tener jugadores de esta calidad. Los goles fueron cayendo de forma natural, hasta dejar el marcador al descanso en 8-2.

La segunda parte arrancó con los vigueses obligados a quemar todas sus naves en busca de la heroicidad. Tenían que morir con las botas puestas, como así hicieron. El Sporting se dejó las ganas de atacar en el vestuario, consciente de la diferencia que había abierto y ahora tocaba cederle la pelota al rival y esperar las salidas a la contra.

El primer tanto de los vigueses llegó a los catorce minutos, lo que hizo que se animaran tanto los seguidores como los futbolistas, que veían la posibilidad de hacer daño. Un gol más de Fran Caínzos acercaba a los suyos. Entonces el Sporting despertó y volvió a alejarse en el electrónico, con el consecuente desplome del Celta.

Con estos tres puntos, el Sporting se clasifica para los cuartos de final de la competición. Mañana conocerá a su rival en el cruce. Los célticos se lamen las heridas y decantan el balance hacia lo positivo. Era la primera vez para ellos en un fútbol muy especial e intenso. El grado de adaptación que han ido consiguiendo les servirá para el próximo ejercicio.

Crónica y foto: Faro de Vigo

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