¿Qué nos ha pasado?



El Celta ha dilapidado gran parte del tabajo de un año en apenas 9 días. Los que van desde el jueves pasado hasta ayer, con 3 derrotas consecutivas que sacan al Celta de los puestos de ascenso. Las tres derrotas se unen a las dos victorias y un empate de sus grandes rivales en la lucha por el ascenso, para cerrar estos 9 días para olvidar con un balance de -7 con respecto a ellos.


Así, antes del partido que enfrentó a Celta y Huesca, nuestro equipo era líder con 4 puntos de ventaja sobre el Rayo y 5 sobre el Betis. Hoy, es tercero a 2 del Betis y a 3 del Rayo, líder de la competición.

¿Qué ha podido pasar en estos 9 días? Es dificil de explicar, especialmente por lo súbito de lo sucedido. Casi nadie esperaba que algo así fuese a ocurrir, vista la solidez de un equipo que navegaba con ritmo de crucero sin que nada se entorpeciese en su camino. Se podía esperar un bache, algo lógico, pero no 3 derrotas consecutivas en un equipo que ofrecía tantas garantías a pesar de sus carencias.

Trataremos de analizar la situación del Celta y lo que la puede motivar.

Plantilla corta
Posiblemente sea el gran problema de este equipo. El club decidió apostar por tener una plantilla corta, para así poder permitirse algún sueldo de lujo en su plantilla. Eso permitió que llegasen jugadores como De Lucas o David Rodríguez, pero a la vez dejó al Celta corto en otros puestos, especialmente la delantera y los laterales. En las últimas jornadas, David está fallando mucho y no hay un solo jugador de garantías para suplirle. En el caso de Hugo Mallo, lateral derecho, tiene que ser un central como Murillo quién lo supla. El jugador vasco cumple, pero la banda derecha cojea en ataque cuándo es necesario algo más.

Debilidad mental
Los 5 partidos perdidos por el Celta tienen algo en común; El rival siempre comenzó marcando. La debilidad mental de la plantilla es evidente, y es una herencia de los últimos años que esta temporada parecía corregida con la llegada de De Lucas, pero parece que no es así. Al Celta le cuesta un mundo remontar un partido, y el estilo tampoco ayuda, ya que el fuerte de este equipo son las contras, que los rivales no permiten si van por delante en el marcador.

Malos arbitrajes
Sin caer en la autocomplacencia, los arbitrajes no han favorecido para nada al Celta en toda la temporada, y aunque tal vez no hayan sido los causantes de las tres derrotas, si que han podido incidir de alguna u otra forma en ellas. Ante el Huesca, el arbitraje permitió las constantes pérdidas de tiempo del equipo rival, sin que hubiese amonestaciones, y ante el Alcorcón, una tarjeta amarilla a Bustos dejó al alicantino muy limitado a la hora de defender. La evidencia fue tal que el Comité de Competición retiró la tarjeta al medio centro celtiña. Lo de ayer no hace falta ni comentarlo. Un penalti y un gol mal anulado dejan a las claras el grave perjuicio al que fue sometido el Celta.

Falta de gol
Es una evidencia que este equipo no es lo que era en cuanto a la portería contraria. Si antes existía una gran facilidad para marcar goles, ahora es todo lo contrario. David Rodríguez atraviesa un pequeño bache goleador, aunque sigue generando ocasiones, y no hay ningún jugador que pueda suplir esa falta de goles, ya que De Lucas, Trashorras, Michu o Iago Aspas, que aportan bastantes goles, no están viendo puerta ultimamente. Esto está lastrando a un equipo que depende en exceso del momento de forma de David.

Endeblez defensiva
La defensa del Celta estaba saliendo bastante bien parada de su temporada, en muchas ocasiones no exenta de fortuna. Las cosas iban saliendo, pero parece un milagro no haber encajado más goles. En estos últimos partidos, casi todas sus carencias se han desnudado sin que obrase el milagro Falcón o los delanteros rivales fallasen algún gol. Ayer, por ejemplo, el Villarreal pudo haber marcado 7 goles tranquilamente en la segunda mitad.


El gran problema de todo esto, es que hace 3 semanas, los problemas del Celta eran prácticamente los mismos, pero sin embargo se iba ganando. La parte positiva es que el Celta ha estado vivo en todos estos partidos hasta el final del partido, por lo que se pudieron ganar, al menos los de casa. Ayer, el Celta debió haber cerrado el partido en la primera mitad y luego todo se complicó.

Jugando así, aunque seamos unas monjas en defensa, aunque mentalmente no seamos los más fuertes y la plantilla sea corta, se han ganado muchos partidos y se volverán a ganar, mucho más ahora que Oubiña puede ser nuestro gran refuerzo para el tramo final de la Temporada.

Es dificil entender lo que nos ha pasado y muy fácil y ventajista hacerlo a toro pasado, pero hay que seguir creyendo en este equipo. Todos sabíamos que algo así (no tanto, desde luego) podía pasar porque conocíamos las limitaciones de la plantilla. Llevamos 29 jornadas y estamos vivos en la lucha por el ascenso. Quedémonos con esto.

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