Dos vigueses tumbaron al Celta en Balaídos. Iago Falque, delantero del Villarreal B fue el goleador en la tarde del sábado, como ya lo había sido en el partido disputado en la primera vuelta. Parece que le tiene tomada la medida al Celta.
El otro era Diego Mariño, de profesión portero con mucho futuro. El vigués tuvo que resistir el bombardeo más o menos exigente de los delanteros celtiñas, y fue una de las claves en la victoria amarilla ya que estuvo muy bien, tanto por alto como por bajo. Encajó un gol ante David Rodríguez, pero ahí estaba el asistente de Pino Zamorano para echarle un capote.
Este tipo de situaciones se suelen repetir con el Celta. Cuando enfrente hay un jugador vigués o un jugador gallego, suelen ser los mejores y decisivos en el partido. El año pasado Jonathan Pereira nos hizo la pascua con su gol en Balaídos que igualaba el partido. Este año estaba lesionado, pero dentro de 3 semanas visitamos el Benito Villamarín y seguro que intenta mojar.
No fue el primero. Todos recordamos a Trashorras marcando con el Las Palmas, a Julio Álvarez con el Numancia, o a Roberto haciendo paradones y salvando al Sporting de una derrota en Balaídos... sobran ejemplos, y eso sí, una excepción, la de Dani Giménez el año pasado en Vallecas regalándole un gol a Danilo. Claro que esa era la única manera posible de que el bueno del brasileño marcase en Liga.
Los del sábado eran vigueses, así que todo queda en casa, menos los puntos claro. Ojalá algún día Iago Falque vista de celeste. Me da igual ese rumor que afirma que es seguidor del Coruña. No me importa, al menos ha tratado con respeto al Celta.

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