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| Foto: José Manuel Álvarez Rey / Getty Images |
El RCD Espanyol asaltó Balaídos con un triunfo por la mínima (0-1) y Manolo González, técnico del conjunto catalán, analizó el encuentro destacando el rigor defensivo de los suyos y el valor decisivo de la estrategia en un partido tan cerrado.
El entrenador reconoció que, aunque su equipo ejecutó bien el plan, les faltó precisión en la transición ofensiva: “Lo único en lo que no hemos estado finos ha sido en las contras. Nos ha costado encontrar el último pase para atacar su espalda, que era lo que queríamos. Hemos vuelto a ser un equipo con oficio, ordenado, que defiende bien. Si concedes aquí tienes pocas opciones de ganar”.
En un duelo de alternativas escasas, González subrayó la relevancia del balón parado, un recurso que volvió a ser determinante para el Espanyol: “A veces parece que no se le da suficiente valor, pero es muy importante y se la damos siempre. En un partido cerrado como hoy, tiene mucho valor y nos ha dado la victoria”.
Para el técnico, además, la visita a Vigo tiene un componente emocional especial: “Me gusta mucho venir a Galicia y es especial para mí. Por suerte hemos podido ganar”.
El propio entrenador admitió que el duelo tenía pinta de empate sin goles por la falta de ocasiones claras, pero insistió en la importancia de insistir y aprovechar cualquier detalle: “Era un partido de empate a cero y ha sido muy igualado. No ha habido muchas ocasiones. Era lo más justo, pero en estos partidos has de acostumbrarte a intentar ganar y el balón parado siempre es una opción”.
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