Después de la fundación del Celta tras la fusión entre Vigo Sporting y Fortuna, el nuevo club comenzó a jugar en el estadio de Coia, que estaba cerca de la actual Praza da Industria. Este estadio pronto se quedó pequeño, por lo que el club decidió invertir, adquirir unos terrenos en una zona en las afueras de la ciudad y construir el que tenía que ser su gran estadio.
No ahondaremos mucho en lo sucedido en ese momento y las diferencias entre el proyecto inicial y el resultado final del nuevo recinto celeste, pero el 30 de diciembre de 1928 se hacía realidad con el partido de inauguración, en el que el Celta derrotó al Real Unión de Irún por un claro 7-0. Su diseñador fue Jenaro de la Fuente, que hoy da nombre a una popular calle en el vigués barrio de O Calvario.
Hoy cumple 97 años de vida un recinto que ha sufrido profundas remodelaciones. La primera gran reforma llegó de la mano de Antón Román Conde, que transformó completamente el estadio dotándolo de una cubierta muy característica, que se mantuvo hasta el derribo de la grada de gol hace menos de un año. Para el Mundial de 1982 se derribó la antigua grada de Río y se construyó la actual, y en 2014, tras el acuerdo entre el Celta y el Concello, se inició la transformación actual que estará finalizada en enero de 2027, aunque es posible que se retrase debido a una nueva remodelación de la grada de Tribuna, no contemplada en el acuerdo de 2014, para que el estadio pueda acoger el Mundial de 2030.
Más allá de la historia del estadio, cada uno de nosotros guarda recuerdos inolvidables en ese escenario y una historia propia ligada a él. Todos tenemos un hogar, y además tenemos Balaídos. Un lugar donde hemos sido felices, donde hemos soñado y donde también hemos sufrido. Hoy queremos preguntaros: ¿cuál es vuestro mejor recuerdo en Balaídos? Os leemos.




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