La AFE estudia medidas de protesta para esta jornada por el Plan Miami



Los capitanes de los equipos de Primera División se encuentran en plena reflexión sobre la medida que podrían adoptar frente a LaLiga, después de semanas de creciente tensión por la falta de transparencia en torno al denominado Plan Miami. El sindicato AFE, que ha intensificado sus contactos con los vestuarios de la máxima categoría, busca una respuesta conjunta para exigir respeto y participación en las decisiones que afectan directamente a los futbolistas. Entre las acciones que se barajan, según adelantó El Partidazo, destaca una propuesta simbólica pero contundente: no disputar los primeros treinta segundos de los partidos de la jornada de este fin de semana, un gesto que serviría como protesta visible a nivel internacional. 

La relación entre LaLiga y la AFE atraviesa uno de sus momentos más delicados en los últimos años. Los desencuentros se acumulan, alimentando el malestar entre los jugadores. Desde el sindicato se reprocha a la patronal haber incumplido compromisos, como la posibilidad de retrasar el debut del Real Madrid en la competición tras su participación en el Mundial de Clubes —una medida que también habría afectado al Atlético si hubiese avanzado más en el torneo—. A ello se suma el incumplimiento del descanso mínimo de 72 horas entre partidos y, sobre todo, la falta de comunicación sobre los detalles del Plan Miami, que llevará a Villarreal y Barcelona a disputar su encuentro del 20 de diciembre en la ciudad estadounidense.

Durante dos meses, los capitanes han reclamado explicaciones sin éxito, mientras veían cómo se aprobaban los permisos institucionales necesarios para el encuentro sin contar con ellos, los protagonistas directos del espectáculo. La frustración creció aún más cuando LaLiga, Villarreal y Barcelona no acudieron a una reunión convocada por la AFE el pasado martes. El club azulgrana mostró inicialmente disposición, pero se retiró al saber que la patronal no asistiría. Desde LaLiga aseguran que sí existe voluntad de diálogo, aunque el encuentro no se celebró por problemas de agenda, ofreciendo a cambio tres fechas alternativas. El sindicato considera esas propuestas inviables, ya que coinciden con entrenamientos o jornadas de competición. “Quien no está entrenando, está compitiendo”, explican desde la AFE, que además denuncia la coincidencia temporal con el inicio de la venta de entradas del partido en Miami. “Conozco a Javier... llevamos ya mucho tiempo”, respondió con ironía David Aganzo, presidente del sindicato, al ser consultado sobre esa casualidad.

AFE mantiene ahora conversaciones con los capitanes para definir los próximos pasos. Los jugadores sienten que su voz ha sido ignorada y reclaman un trato más respetuoso por parte de la patronal. No se trata únicamente del Plan Miami, sino de una acumulación de decisiones tomadas sin su participación. Aunque el derecho a la huelga está sobre la mesa, Aganzo evita, de momento, recurrir a esa vía. En su lugar, gana fuerza la idea de un gesto colectivo que no interrumpa la competición, pero que deje claro el malestar del vestuario: dejar rodar el balón durante treinta segundos sin jugar. Un acto breve, silencioso y altamente simbólico, capaz de resonar más allá de las fronteras españolas. Falta por ver si los capitanes optan finalmente por esta medida o eligen otra forma de protesta menos visible, pero el mensaje ya ha empezado a calar: los futbolistas quieren hacerse escuchar.

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