Iago Aspas fue uno de los primeros jugadores citados para las pertinentes pruebas médicas y físicas antes de que arranque la pretemporada. El moañés comienza su décima temporada consecutiva en el Celta, y la décimo tercera desde que forma parte de la primera plantilla, pero este arranque de curso es diferente a todos los demás.
Por primera vez desde que es jugador del Celta no tiene contrato más allá de esta temporada. Es una situación nueva para Iago Aspas, que se presenta este verano sin saber si continuará el próximo curso en Vigo. De hecho, cuando firmó su contrato de renovación, se dio a entender que el 30 de junio de 2025 sería el final de su carrera, pero su rendimiento en la recta final de la pasada temporada hace albergar la esperanza de que pueda continuar más allá de esa fecha.
Su hermano, Jonathan, declaró hace unos días que lo veía jugando un par de añitos más, así que todo es posible. Incluso el propio Aspas dejó abierta esta posibilidad, aunque la vinculó a su estado de forma y sus ganas de seguir jugando. Obviamente, jugará todo el tiempo que él quiera. El Celta le debe mucho, de hecho se lo debe todo desde aquella salvación de 2009, con la Segunda B como destino para un equipo que finalmente fue salvado por el moañés. En Primera División también ha salvado al equipo en infinidad de ocasiones.
El proyecto Mouriño no se entendería sin Aspas. Él ha sido el encargado de darle sentido a proyectos casi suicidas que llevaban al equipo a Segunda División. Pero los milagros también tocan a su fin. Este mes de agosto cumplirá 37 años y no se puede esperar que rinda como cuando tenía 27, o incluso como cuando tenía 32.
Marco Garcés tiene la responsabilidad de dotar al equipo de una plantilla competitiva para que Iago Aspas no tenga que ser una vez más el salvador, y para darle unas últimas temporadas tranquilas, para disfrutar jugando al fútbol y para que todos podamos disfrutar viéndole sin tener el corazón encogido. Y sé que muchos estaréis pensando que lo que le debe el Celta es la posibilidad de pelear por un título. No pidamos cosas imposibles. El único objetivo del club es la permanencia. O no pueden, o no saben o no quieren hacer algo más. Al menos démosle a Aspas un final de carrera tranquilo. El Celta se lo debe. El Celta nos lo debe.
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