Las diferencias entre Benítez y Claudio Giráldez


Foto: Faro de Vigo

Claudio Giráldez asume el reto de dirigir al primer equipo del Celta, y lo hace en una situación bastante complicada, con tan solo 2 puntos de renta sobre la zona de descenso, y con la misión de enderezar el rumbo de un equipo en cuyo terrible diseño no ha participado. Por delante tiene diez jornadas para dejar al equipo en Primera División, y sentar las bases del equipo para la próxima temporada. 

Normalmente cuando llega un nuevo entrenador al Celta la afición celeste no lo conoce demasiado. Es el caso de prácticamente todos los técnicos que han llegado a Vigo en los últimos tiempos, con la excepción de Rafa Benítez, sobradamente conocido por los aficionados al fútbol. 

Quizás los seguidores del fútbol en España no conozcan demasiado a Claudio Giráldez, pero el celtismo sabe perfectamente a qué juega el técnico de O Porriño, y cuales son sus características como entrenador, que poco o nada tienen que ver con las de Rafa Benítez, aunque curiosamente ambos juegan en muchas ocasiones con tres centrales. 

Pero los esquemas no son  más que una referencia. Se puede jugar con tres centrales y ser muy defensivo, y hacerlo del mismo modo y resultar ofensivo. El matiz son los hombres que se eligen para esas posiciones. Mientras que Benítez siempre juega con tres centrales naturales, con la excepción del pasado domingo cuando puso a Manquillo, es muy frecuente que Giráldez coloque en el trío de centrales a uno o dos laterales. Ha sido muy habitual ver a Javi Rodríguez actuando como central derecho, y a Joel López ejerciendo como central izquierdo. En algunos casos en el mismo partido. 

Además, el carrilero por la banda izquierda suele ser Hugo Álvarez, que no es un defensa, y por la derecha suele actuar Javi Rueda, que si se puede considerar lateral. Tener carriles largos le permite tener mucha gente por el medio, algo en lo que también difiere con el esquema de Benítez, que solía poner en liza un 5-2-3 asimétrico, marcado también por las características de sus futbolistas, de tal modo que por la banda izquierda el carrilero tenía por delante a Bamba, pero el carrilero derecho no solía tener a nadie. 

Además de su apuesta por un juego de toque, para el que tenía futbolistas más adecuados que los que tendrá ahora en el primer equipo, Giráldez se ha caracterizado por su facilidad para dar oportunidades a los jugadores de equipos inferiores. En su primera temporada contó con un equipo plagado de jugadores recién llegados del juvenil. Al Celta B le costó arrancar, pero cuando lo logró se convirtió en uno de los mejores equipos de la categoría, con chicos muy jóvenes como Miguel Rodríguez, Hugo Sotelo, Hugo Álvarez, Javi Rodríguez o Damián, por mencionar alguno de ellos. Esta temporada ha vuelto a reinventarse, tirando nuevamente de chicos del juvenil o del Gran Peña, como Yoel Lago, Dela o Fer López. Parece claro que los jugadores de la cantera tendrán oportunidades en las últimas jornadas del campeonato, y da la sensación de que a Claudio Giráldez no le va a temblar el pulso para apostar por ellos. 

Otra diferencia importante entre ambos técnicos es la experiencia, quizás el principal hándicap de Claudio Giráldez, al que le falta el bagaje que tenía su predecesor, aunque no le sirviese de mucho. La parte positiva es que el técnico de O Porriño ha demostrado su capacidad para adaptarse rápidamente a las nuevas categorías. Aquí tendrá 10 jornadas para hacerlo, así que tendrá que demostrar que esa capacidad sigue vigente. 

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