El Sevilla, próximo rival del Celta, sigue jugando con fuego


Foto: Ricardo Grobas / Faro de Vigo

(EFE) El Sevilla, decimocuarto de LaLiga en una temporada aciaga, con tres entrenadores y sendas eliminaciones en la fase de grupos de la Liga de Campeones y en los cuartos de la Copa del Rey, sigue jugando con fuego al no despegarse de la zona de descenso, de la que sólo le separan 6 puntos, a pesar de su mejoría con Quique Sánchez Flores.

Los sevillistas, que han visto recortada en dos puntos la diferencia de ocho que hasta esta jornada le sacaba al Cádiz, antepenúltimo con 22 tras ganar 2-0 al Atlético de Madrid, malograron este lunes en Almería una buena ocasión para vivir con más tranquilidad los diez últimos partidos de Liga, ya que pasaron de un 1-0 adverso a un 1-2, en solo 5 minutos -del 81 al 86-, pero el colista les empató en el 95 (2-2).

El partido del conjunto del barrio de Nervión en el Power Horse Stadium, frente a un conjunto casi desahuciado al ser el último con 10 puntos, a 14 de la salvación cuando sólo restan los 30 últimos, fue guadianesco, lleno de errores en defensa y de desacierto total en el remate, primero, y en la gestión posterior de su ventaja.

El equipo de Quique, con quien desde su llegada ha sumado 15 de 36 puntos posibles en doce jornadas -12 de 21 en las siete últimas, con una sola derrota-, perdonó en el primer tiempo en varias ocasiones claras, en especial de su delantero canterano Isaac Romero, y luego cayó en el correcalles que planteó el Almería, con muchas lagunas y espacios sin cubrir en ese choque de ida y vuelta.

Sin embargo, y tras llegar al descanso con un 1-0 adverso y no hallar el rumbo en un mal comienzo de la segunda parte, los cambios surtieron efecto, con la entrada del argentino Marcos Acuña, Suso Fernández, el serbio Nemanja Gudelj y el belga Dodi Lukebakio, y el Sevilla reaccionó para remontar el partido con goles de este último (m.81), a pase de Isaac, y de Lucas Ocampos (m.86), también con participación del joven lebrijano al buscar puerta y llegar el balón al argentino.

El descalabro llegó en el quinto de los siete minutos de tiempo añadido que, en principio, decretó el árbitro vasco De Burgos Bengoetxea y tras un grosero fallo defensivo y una incomprensible relajación del cuadro hispalense, lo que le dio el empate al Almería en un centro sin aparente peligro que cabeceó, totalmente solo, el 'gigante' serbio Marezi Milovanovic.

Este 2-2 en casa del colista, donde fue perdiendo gran parte del encuentro, evitó, al menos, la deshonra que le hubiera supuesto ser el primer equipo al que ganaba en este curso el Almería, que sigue sin hacerlo tras veintiocho jornadas, pero ha decepcionado al sevillismo y convierte en una 'final' el partido del domingo contra el Celta, a sólo 4 puntos de distancia en el último puesto de permanencia, en el Sánchez-Pizjuán.

Para el Sevilla, la nota positiva del empate en Almería fue la reaparición de tres jugadores que salieron en la segunda mitad y que llevaban tiempo lesionados: Lukebakio, quien, además, se reencontró con el gol después de tres meses de baja; Gudelj, que fue operado el 10 de enero de una rotura de menisco; y Acuña, quien sufrió el 17 de febrero una lesión miofascial en el recto anterior del muslo izquierdo.

Al equipo entrenado por Quique le espera ahora el Celta, el domingo en Nervión, y en las nueve jornadas siguientes visitará a Getafe (30 de marzo) y Las Palmas (13-14 de abril), y recibirá a otro rival directo en la lucha por la permanencia como el Mallorca (20-21 de abril) antes de disputar el derbi sevillano en el campo del Betis (27-28 de ese mismo mes).

Posteriormente, ya en mayo, los sevillistas jugarán en casa contra el Granada, visitarán al Villarreal, recibirán al Cádiz, se medirán en Bilbao con el Athletic Club y acabarán LaLiga en el Sánchez-Pizjuán frente al Barcelona. 


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