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| Foto: Ricardo Grobas / Faro de Vigo |
Al margen de los tres puntos logrados el pasado viernes ante el Almería, no hay muchas cosas positivas que destacar del juego del equipo. Enfrente estaba un equipo roto, que estuvo muy lejos de la imagen ofrecida en los últimos partidos, y que se desgarró definitivamente cuando se quedó con uno menos tras la expulsión de Bruno Langa.
Pero si algo se puede destacar es el regreso de Jonathan Bamba. El internacional africano volvió a jugar después de una ausencia de once partidos por su participación en la Copa Africana de Naciones. Ante el Barcelona estaba disponible, pero Rafa Benítez prefirió otras opciones.
Ante el Almería el Celta tenía numerosas bajas, especialmente las de Tapia y Aspas, que obligaban a cambios importantes, entre ellos la entrada de Douvikas, y bajar la posición de Luca de la Torre, que había venido jugando como extremo izquierdo en ausencia de Bamba, y que el viernes acompañó a Fran Beltrán en la sala de máquinas. En esas circunstancias había espacio para el regreso de Bamba al once inicial.
Y Bamba no defraudó. El costamarfileño completó un partido interesante, llegó a marcar un gol por un fuera de juego en el inicio de una larga jugada, y fue uno de los activos más peligrosos en ataque, teniendo en cuenta que las ocasiones no fueron muchas. El ex del Lille fue la mejor noticia para Benítez, y es posible que aguante en el once inicial mientras no se recupere Tapia, por lo que quizás tenga otros dos partidos para recuperar la plena confianza del madrileño, la que tenía antes de irse a jugar la Copa Africana.
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