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| Foto: Ricardo Grobas / Faro de Vigo |
El enfrentamiento entre el Celta y el FC Barcelona no solo fue memorable por sus tres goles y la polémica repetición de un penalti, sino también por un incidente inusual que tuvo lugar durante el encuentro. El árbitro a cargo, el canario Juan Luis Pulido Santana, mostró un total de seis tarjetas amarillas, destacando una en particular por su peculiaridad.
El primer tiempo vio la exhibición de las dos primeras tarjetas amarillas, otorgadas a Allende y Christensen del Celta, por faltas cometidas contra Pedri y Aspas, respectivamente. Sin embargo, fue en el tiempo agregado del segundo tiempo cuando la situación tomó un giro sorprendente.
En un acto que sorprendió a muchos, el árbitro Pulido Santana mostró una tarjeta amarilla al jugador céltco Jørgen Strand Larsen por un motivo fuera de lo común: "Por dar una patada a una nevera portátil dentro de su área técnica, en señal de protesta", según lo detallado en el acta del partido.
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