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| Foto: EFE |
El Barcelona será el rival del Celta el próximo sábado (18:30) y llegará a Vigo con su entrenador más cuestionado que nunca. El horrendo partido de anoche ante el Granada, ante el que tan solo pudo empatar a tres goles, yendo por detrás en el marcador hasta en dos ocasiones, ha puesto en entredicho la continuidad de Xavi Hernández, quien ya anunció hace unas semanas que dejaría el equipo al final de la presente temporada.
El nerviosismo cunde entre la afición y la directiva culé, que se ve a 10 puntos del líder, el Real Madrid, y con una eliminatoria complicada en la Champions League a la vuelta de la esquina. Los catalanes se medirán al Napoli el 21 de febrero, es decir tan solo cuatro días después de visitar al Celta en Balaídos.
La cercanía de esta eliminatoria y la sensación de que LaLiga puede estar perdida tal vez inviten al técnico barcelonista a reservar algún futbolista para la Champions League, pero tras el empate de ayer ante el Granada llegará a este partido muy cuestionado, y un nuevo traspiés liguero podía dejarle muy tocado. Recordemos que en el partido de la primera vuelta el Celta llegó a mandar por 0-2 en el marcador, y solo 10 minutos horribles del equipo de Benítez le permitieron al Barcelona remontar y llevarse los tres puntos.
En la lado celeste, como todos sabéis, el técnico Rafa Benítez tampoco está para tirar cohetes. Permanentemente cuestionado, el preparador madrileño insistió en su táctica ultradefensiva que tuvo que cambiar en la segunda mitad para intentar rescatar algo del Coliseum, lo que finalmente no consiguió al encajar un gol casi en tiempo de descuento. Este partido ha hecho que un sector importante de la afición también cuestione su continuidad, aunque a diferencia de Xavi sigue convencido de cumplir los tres años de contrato que firmó el pasado verano.
Así pues este partido puede ser algo más que tres puntos para los dos técnicos. El que caiga derrotado puede salir muy tocado, a pesar de que en Barcelona estarán más pendientes del partido de Champions, y que una derrota ante el Barcelona puede considerarse lógica, pero a la vista del rendimiento del equipo catalán esta temporada, quizás este encuentro es una oportunidad incomparable para sacar algo positivo ante un Barcelona que por otra parte suele sufrir cada vez que visita Vigo.
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