Celta 1 - Cádiz 1 | Ni con el viento a favor


Foto: Octavio Passos / Getty Images

El Celta ha elegido “contra vento e marea” como el slogan motivacional de esta temporada. En gran medida por los errores arbitrales que han lastrado al equipo durante gran parte de lo que llevamos de curso. Hoy no ha sido el caso. Gil Manzano se cargó el partido con una expulsión sorprendente que dejó al Celta con uno más durante una hora de juego. Y no fue capaz más que de marcar un gol, obra de Strand Larsen, en otro ejercicio de impotencia, inoperancia, incapacidad e ineficacia. 

De entrada Renato Tapia fue el único cambio con respecto al equipo de Mestalla. El internacional peruano entraba en el once en lugar de Fran Beltrán. El resto del equipo el que viene siendo habitual en las últimas jornadas: Guaita, Kevin, Starfelt, Unai Núñez, Manu Sánchez, Tapia, De la Torre, Mingueza, Bamba, Iago Aspas y Strand Larsen. 

Antes de resumir el partido comentar que fue indigno para una de las cinco grandes ligas europeas. El Cádiz jugó al fútbol hasta que se adelantó en el marcador. A partir de ahí se dedicó a fingir lesiones, mientras que el Celta mostró toda su impotencia futbolística, con unas carencias técnicas que deberían llevar a la reflexión. Para completar el combo, tampoco el césped es de un equipo de Primera División, y perjudicó mucho al único equipos que quería jugar al fútbol, que fue el Celta, aunque no lo pareciese. 

Como comentábamos el Cádiz arrancó muy bien. Decía en la previa Sergio González que habían ido perdido fútbol con el paso de las jornadas, y lo cierto es que la carta de presentación fue bastante buena, hasta que en el 16 Iván Alejo colgó un buen balón al área y Chris Ramos se adelantó a Starfelt y Unai Núñez con pasmosa facilidad para anotar el 0-1. 

A partir de ahí el equipo de Cádiz decidió que ya había brindado demasiado fútbol a su afición, y plegó velas. Algo lógico por otra parte, sobre todo porque los atacantes del Celta ya se encargaban de frustrar todas las ocasiones celestes. Y cuando no fallaban los delanteros, aparecía un David Gil que firmó el partido de su vida esta noche. 

En el minuto 33 llegó una acción que pudo cambiar el rumbo del partido. Iago Aspas recogió un balón de Mingueza y cuando encaraba la portería fue detenido en falta por Chust. Gil Manzano, en una sorprendente decisión, decidió expulsar al defensa cadista, y el VAR no corrigió una decisión que es bastante polémica, y honestamente injusta. 

Aunque la decisión arbitral favoreció al Celta, no está tan claro que la expulsión le beneficiase porque gestionó muy mal la superioridad numérica. A más de una hora para el final empezó a jugar como si fuese el tiempo de descuento, con una precipitación que acabó por incapacitarle. 

Tras el descanso se esperaban cambios por parte de Benítez, que decidió esperar hasta el minuto 50 para dar entrada a Carles Pérez y Hugo Sotelo, en lugar de Kevin y Starfelt. Con los cambios Tapia pasaba al eje de la zaga, y Mingueza retrasaba su posición al lateral derecho. 

Casi a renglón seguido llegó el empate del Celta, tras una apertura a banda que recoge Manu Sánchez para meter un muy buen centro al corazón del área que acaba remachando a gol Strand Larsen. Daba la sensación de que el gol debía cambiar el rumbo del partido, pero no fue así. A partir de ese momento el Cádiz incidió más en las pérdidas de tiempo, cortando constantemente el ritmo, ante un Celta con muchísimas carencias técnicas. 

Pese a todo el Celta tuvo ocasiones para llevarse el partido. David Gil realizó un par de muy buenas intervenciones, una a disparo de Aspas, y sobre todo otra a un cabezazo de Bamba que buscaba la escuadra, pero en definitiva al Celta le falta mucho fútbol y ha perdido una ocasión de oro para empezar a respirar. Con este empate sigue a 2 puntos de la permanencia, y con una jornada menos en el horizonte. 

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