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| Foto: Faro de Vigo |
Después de ser uno de los jugadores más destacados de la pasada temporada, el Celta apostó este verano por Carles Pérez. El catalán jugó cedido por la Roma, y tras finalizar su vinculación, el club celeste negoció con el conjunto italiano su continuidad, ya en propiedad.
Todo apuntaba a que sería una de las piezas clave en el esquema de Rafa Benítez, y así comenzó la temporada, siendo titular ante Osasuna por la banda derecha. En ese encuentro disputó 63 minutos y tuvo una actuación discreta, en la línea del resto de sus compañeros.
Pero entonces llegó una lesión en el aductor que lo apartó del equipo durante tres jornadas. Su ausencia coincidió con un cambio de sistema, pasando de jugar con cuatro defensas, a hacerlo con tres centrales y dos carrileros. Primero con Star Larsen caído a la banda derecha, y el pasado sábado con Bamba ocupando esa posición, pero en zonas más interiores.
Desde que se recuperó de su lesión, Carles Pérez está inédito. Su situación ha cambiado radicalmente. Justo tras recuperarse ya nos preguntábamos como sería su encaje en el nuevo esquema de Benítez, pero costaba presagiar que no tendría ningún minuto en los dos partidos que ha jugado el Celta desde que está disponible.
Sin embargo, el matiz táctico del pasado sábado hace que el jugador catalán albergue ciertas esperanzas. Sin embargo, cuando Benítez apostó por jugar con un extremo más puro, tanto frente al Mallorca como ante el Barcelona, eligió a Miguel Rodríguez. La temporada es larga y seguro que Carles Pérez tendrá nuevas oportunidades. En los próximos dos partidos es posible que Benítez realice alguna rotación y puede ser un buen momento para que el extremo catalán demuestre sus condiciones y se gane más oportunidades.
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