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| Foto: Octavio Passos / Getty Images |
Sensibles como estamos por la casi segura salida de Gabri Veiga, la presencia de Hugo Sotelo en el once inicial fue un regalo para los que adoramos la cantera. Al joven mediocentro no le han regalado nada, se lo ha ganado con su juego, y lo defendió durante el partido. Y eso que el reto era mayúsculo, enfrentarse al rocoso centro del campo de Osasuna y salir airoso no es una tarea sencilla.
No se puede decir que haya salido vencedor en la batalla, pero tampoco el más experimentado Fran Beltrán lo consiguió. La mejor noticia es que nunca se cayó, se mantuvo en pie hasta que fue sustituido, y da la sensación de que ha llegado para quedarse. Rafa Benítez confía plenamente en él. Era un hecho que se intuía por lo visto en la pretemporada, pero era necesario plasmarlo en un partido oficial. Ahí es donde se acaban las probaturas y llega la realidad. Ahí donde muchos se caen, el se mantuvo en el once inicial.
Pero Sotelo no fue la única noticia positiva de la tarde. No fue titular, pero sí el primer recambio. Hablamos de Miguel Rodríguez, otro futbolista que nos encandila. Recién renovado hasta 2028, el redondelano tiene todo el futuro por delante, pero conviene no esperar demasiado, porque el presente también puede ser suyo. Su entrada al campo fue un chute de adrenalina para la afición, que vibró con su primera arrancada nada más saltar al terreno de juego. Bastó un minuto en el campo para superar a Carles Pérez en desborde. El catalán no tuvo su mejor día.
Ojalá esta sea la temporada de Sotelo y Miguel Rodríguez. Lo tienen todo para triunfar y acabarán haciéndolo. Y ojalá podamos verlos muchos años en el Celta, aunque eso quizás es mucho pedir. Lo siento, me he venido arriba.
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