(EFE) Al entrenador del RC Celta, Rafa Benítez, no le sorprende que el internacional sub-21 Gabri Veiga haya aceptado la millonaria oferta del Al Ahli árabe, pese al fuerte interés que el Nápoles, campeón de la Serie A italiana, había mostrado para incorporarlo a su plantilla.
“Al futbolista y a su familia le cambia la vida para bien. Y luego, por su edad, puede volver a jugar de nuevo en ligas competitivas, aunque la árabe va camino de ser una liga muy competitiva”, manifestó.
Benítez recordó su etapa como entrenador del Dalian Yifang chino, donde dirigió al internacional belga Yannick Carrasco, quien abandonó el Atlético de Madrid para emprender la aventura asiática y luego terminó regresando al conjunto rojiblanco.
“Carrasco es un buen ejemplo. Marchó, ganó mucho dinero, porque allí también pagan mucho dinero, y luego volvió para jugar de nuevo la Champions”, afirmó el veterano entrenador, con pasado en las principales ligas europeas.
En este sentido, advirtió de que el campeonato árabe “no es un cementerio de elefantes” porque está firmando jugadores de “muchísimo nivel” que la convertirán muy pronto en una liga competitiva.
“En China se permitía jugar a tres futbolistas extranjeros, luego a cuatro y después a cinco. Cada extranjero que jugaba marcaba la diferencia. Pues bien, aquí se permiten ocho, por lo tanto eso va a subir el nivel de la competición”, destacó.
En su comparecencia ante los periodistas en la víspera de recibir al Real Madrid en Balaídos, Benítez considera que el control financiero que ha impuesto LaLiga impide a la competición española crecer al mismo ritmo que otros campeonatos como la Premier League.
“El mercado árabe ha puesto mucho dinero encima de la mesa para firmar jugadores intocables de los equipos grandes, y eso está poniendo a mucha gente nerviosa. Ahora se ve más como una amenaza porque ya no afecta solo a los clubes más pequeños”, reiteró.
El actual entrenador del Celta no entiende cómo LaLiga “premia” a los clubes españoles que “no” gestionan bien sus recursos económicos y “penaliza” a los que han tenido “una gestión ejemplar” desde el punto de vista económico.
“Eso es lo que le está pasando al Celta. Ha hecho un enorme esfuerzo para eliminar su deuda pero no puede crecer porque está limitado por el control financiero”, denunció.
Por ello, entiende que los dirigentes celestes acepten una oferta por Gabri Veiga inferior a los 40 millones de euros fijada en su cláusula de rescisión.
“Hay que analizarlo con dolor pero buscando el beneficio del club. El presidente no quería vender al jugador –el club árabe pagará cerca de 35 millones- pero se encuentra ante una situación muy beneficiosa para el club”, recordó.
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