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| Foto: Gualter Fatia / Getty Images |
La salida de Rubén Blanco es un hecho a falta de la oficialización por parte de ambos clubes. El mosense dejará Vigo después de más de tres lustros en el club para enrolarse en el Olympique de Marsella, donde jugó cedido la pasada temporada, y donde lo hará las tres próximas temporadas en virtud del contrato que firmará o ya ha firmado con el equipo francés. Curiosamente con el Celta tenía cuatro años de contrato por delante.
Sin Rubén Blanco en la plantilla, insistimos que es un hecho a falta de oficialidad, el club tendrá que buscar un recambio. A día de hoy Iván Villar es el único guardameta sano de la plantilla, con Marchesín finalizando su recuperación, pero todavía sin fecha para su regreso. A principios de verano se había informado que la idea era fichar a un guardameta suplente de Villar, pero tras la llegada de Benítez la idea es contratar un guardameta que compita con el de Aldán por un puesto en el once inicial.
El nombre que más está sonando en las últimas horas es el de Alban Lafont. La prensa francesa señala que el Nantes ya le está buscando recambio, y en las últimas horas se ha hablado de una operación que se podría cerrar en torno a los 9 millones de euros. Más de lo que se hablaba hace unas fechas, pero seguramente por debajo de su valor de mercado, aunque el hecho de que el próximo curso finalice su contrato deja en una posición de poca fuerza al equipo francés a la hora de negociar.
El Celta estaba esperando que se concretase la salida de Rubén Blanco para poder lanzarse a por un guardameta, y parece que el francés es el mejor situado.
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