(EFE) El Celta está viviendo una auténtica revolución. En el año de su centenario, el club afronta un cambio de ciclo que ya ha empezado con diversas decisiones radicales y que culminará cuando acaban los actos del aniversario de sus 100 años de vida. En medio de esta situación, ya está sonando la hija de Carlos Mouriño, Marian Mouriño, como nueva presidenta de la entidad.
Tal como informan los medios locales, el actual presidente, que cumple este mes diecisiete años como máximo mandatario del Celta, ya habrá tomado la decisión de que sea su hija quien tome el relevo.
De momento, ya se ha tomado la decisión de prescindir de Antonio Chaves como director general del club, mano derecha del propietario. “Después de 15 años de lucha, identidad y 'afouteza' llegó el momento de estar con la familia. Gracias por todo y por tanto. Siempre me sentí muy apoyado. Desde donde esté, siempre agradecido, siempre Celta”, aseguró el abogado gallego en un vídeo de despedida grabado en O Grove (Pontevedra), su localidad natal.
Todo indica que el ya ex director general habría dado un paso al lado al saber que Marian Mouriño será la sucesora de su padre. Por lo visto, no hay afinidad entre Chaves y Marian, lo que habría derivado en la sorprendente decisión del director general.
Su salida del Celta ha caído como “una bomba” en el vestuario del equipo, ya que son muchos los jugadores que lo veían como “el mejor” directivo para el club pese a su “mano dura” en las negociaciones.
Otra salida destacada ha sido la de Alfredo Merino, hasta ahora responsable de captación del Celta, que se ha desvinculado del club gallego para asumir el cargo de director deportivo del Club Deportivo Mirandés.
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