Los últimos minutos del partido que disputó ayer el Celta ante el Girona fueron complicados. La entrada de Iago Aspas insufló nuevos ánimos a la afición, pero el equipo se fue cayendo poco a poco, acabando totalmente a merced del equipo catalán, que pudo llevarse el partido con un disparo sacando por Iván Villar en los instantes finales del choque.
Un sector de la afición fue muy crítica con algunos jugadores, siendo Haris Seferović el centro de las iras. Fueron muchos los aficionados que reprocharon la actitud del internacional suizo, que saltó al terreno de juego en la segunda mitad, y a pesar de estar más fresco que la mayoría de sus compañeros parecía estar más agotado.
Preguntado por esta situación, Carlos Carvalhal no quiso mojarse en exceso: “A veces cuando un jugador siente que no está siendo apoyado se desmoraliza y luego es más criticado. Es normal en el fútbol”, señaló el técnico portugués sobre los gritos recibidos por su pupilo, que llegó al Celta en este mercado de invierno.
El ariete juega en el Celta en calidad de cedido por el Benfica. Todo apunta a que no seguirá en Vigo más allá del 30 de junio, a pesar de que sus números goleadores son mejores que los de sus compañeros de ataque. Algunos aficionados lo acusaron de no esforzarse al ser consciente de que no estará en Vigo la próxima temporada. No es la primera vez que a un jugador del Celta se le acusa de algo así, y no siempre es cierto.
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