No corren buenos tiempos para Carlos Mouriño al frente del Celta. El mandatario tiene varios frentes abierto, el primero la delicadísima situación deportiva, unida a otras decisiones y declaraciones que han provocado que una parte de la afición se posicione en contra de su gestión.
Ayer, durante el partido, la afición animó al equipo, pero cuando Mateu Lahoz señaló el final del encuentro afloraron los cánticos contra el presidente céltico con el ya tradicional “Mouriño vete ya”, que lleva sonando desde hace un tiempo en el estadio céltico.
La crítica y las muestras de desaprobación son lícitas, pero no lo son otro tipo de comportamientos, como los que describe Rafa Valero en el diario Marca. Según estas informaciones, el Presidente Carlos Mouriño, que iba acompañado de su hija a la salida del estadio, tuvo que ser escoltado por la policía hasta su coche después de ser increpado por un grupo de aficionados.
El enfado del celtismo ha ganado enteros en las últimas fechas. A los malos resultados se une la pésima gestión de la salida de Gabri Veiga, que vivió su apogeo hace un par de días cuando la cuenta de Instagram publicó una fotografía del porriñés con la canción “vete de aquí”, que fue borrado un tiempo después de ser publicada tras recibir múltiples críticas.
La gestión social está siendo horrible, con publicaciones lamentables en la cuenta en gallego de Twitter, en la que se ve claramente que han usado un tipo de Google Translate para traducir de castellano a gallego. Su polémica con Abel Caballero, con una grada cerrada que podría ser usada, y su posicionamiento a favor de un partido político son otro de los motivos del malestar de los aficionados.
Son pequeñas cosas que si las juntamos justifican el enfado de un sector de la afición, pero nunca comportamientos como los de ayer. La crítica es buena, e incluso necesaria, pero nunca debe pasar de ahí.
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