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| Foto: RC Celta |
El Celta B cayó derrotado esta tarde en Riazor, en un partido marcado por la expulsión de Fernando Medrano, que dejó al equipo de Giráldez en inferioridad numérica, lo que finalmente decantó el resultado. Tienen motivos los célticos para estar molestos, ya que si bien la segunda amarilla al jugador madrileño es correcta, la primera es bastante rigurosa.
Se presentaba el filial del Celta con dos bajas muy importantes, por las ausencias de Miguel Rodríguez e Iker Losada en el ataque. Giráldez alineó de inicio a Christian Joel en portería, defensa para Carrique, Gael Alonso, Javi Domínguez, Carlos Domínguez y Medrano. Por delante de ellos Martín Calderón y Hugo Sotelo, con Hugo Álvarez un poco más avanzado, y arriba Raúl Blanco y Lautaro.
El filial céltico se encontró con un estadio y un ambiente de una categoría superior, aunque enfrente tenía a un equipo con jugador propios de la categoría, algo que está lejos de ser un defecto. Son futbolistas que solventan sus limitaciones futbolísticas con otras virtudes, que les hacen ser competitivos ante equipos de superior calidad.
De los 40 primeros minutos no hay nada que destacar. El partido era plano, con los dos equipos anulándose y las defensas siendo muy superiores a los ataques. Hasta ese garrafal momento en el que Fernando Medrano tuvo que parar en falta al talentoso Soriano, que enfilaba el área céltica. El colegiado señaló cartulina amarilla, quedando con uno menos el filial céltico.
A partir de ahí cambió drásticamente el partido. El Deportivo salió en tromba en la segunda mitad, y aunque no generó muchas ocasiones por las limitaciones antes comentadas, supo encontrar al bueno, a Lucas Pérez, quien enganchó un disparo desde la frontal que sirvió para adelantar al equipo local.
Ahí se complicaron mucho las cosas para el filial céltico, que dio la cara y supo sobreponerse a un escenario hostil y las complicaciones propias de jugar con uno menos. El partido se acabó a un cuarto de hora para el final con el 2-0 que llegó tras un penalti claro cometido por Christian Joel, que además vio la quinta amarilla y no podrá jugar el siguiente partido. Quiles transformó la pena máxima dejando un resultado que ya sería definitivo.
El resultado no debe empañar la gran trayectoria del equipo entrenado por Claudio Giráldez en los últimos meses. Un tropiezo, como la derrota en Talavera o más recientemente ante el Rayo Majadahonda de las que se sobrepuso, como lo hará tras perder con el primer equipo del eterno rival. Semana redonda para el Deportivo, que comenzó celebrando un título en un trofeo amistoso de 1912, y acabó festejando con algarabía su victoria ante el filial del Celta con un jugador más.
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