El rey ya tiene heredero


Foto: EFE

A pesar de las dos victorias logradas por el Celta en las dos últimas jornadas, convendremos que la temporada no está siendo la mejor de nuestras vidas. El equipo de Carvalhal empieza a asomar la cabeza y es una noticia excelente, pero mucho más lo es la confirmación de Gabri Veiga como el futuro de la entidad. 

Una confirmación que llega semana a semana, con un crecimiento brutal de un futbolista que hace un año ni se entrenaba con el primer equipo a la espera de que aceptase la oferta de renovación propuesta por el club. En cuanto se cerró la negociación, Coudet empezó a contar con él, lo puso en los últimos partidos de la pasada temporada y explotó de forma extraordinaria en el presente ejercicio, convertido seguramente en el jugador revelación, no ya del Celta, sino de toda la Liga. 

El rey sigue siendo Aspas, y lo será hasta que se retire, pero es ilusionante pensar que el heredero ya empieza a ejercer. El rey de las bateas será historia, pero el príncipe de las canteras ya aparece en los billetes de 10.000 pesetas a su lado. Ayer fue otra buena muestra de ello, con un doblete ante el Betis, un equipo al que le tiene tomada la medida, ya que un gol suyo le dio la victoria al Celta en el partido de la primera vuelta. De los seis goles que acumula este curso, el 50% los ha marcado ante los andaluces. 

Y eso que ayer Carvalhal retrasó su posición. En las últimas jornadas había actuado como extremo por banda derecha, e incluso como acompañante de Iago Aspas en el partido ante el Athletic. Ayer se acomodó al lado de Fran Beltrán, en una demarcación similar a la que ocupaba Denis Suárez el pasado curso. Pero el perfil de Gabri no tiene nada que ver con el del salcedano. El de Porriño tiene menor facilidad para distribuir el juego, pero una electricidad que le convierte en un peligro permanente para las defensas rivales, para quien es indetectable apareciendo desde atrás. 

Y a todo eso suma una visión de juego tremenda que le permite estar siempre en el lugar justo en el momento correcto, como en la acción del segundo gol en la que apareció en la zona de los goles en el momento preciso para solo tener que empujar el balón al fondo de las mallas. 

Son virtudes demasiado vistosas para pasar desapercibidas, y seguro que este verano lloverán las llamadas telefónicas a A Sede para preguntar por su futuro. Confiemos en que su venta sea innegociable. No se puede pelear contra alguien dispuesto a pagar la cláusula de rescisión y darle un salario millonario al futbolista, pero es un jugador por el que no se debe negociar. Es celtista a muerte, y eso le da un valor incalculable a su presencia en el equipo. Gabri debe ser el sucesor. Lo tiene todo para serlo y quiere serlo. Ojalá se cumpla. 

0 comentarios:

Publicar un comentario