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| Foto: RC Celta |
Comentaba Strand Larsen tras el partido ante el Villarreal que había vivido meses duros en el Celta antes de marcar su primer gol, algo que sucedió precisamente el pasado viernes, poniendo fin a una sequía que ya duraba más de 800 minutos, y que estaba empezando a preocupar a la afición y también al propio futbolista noruego.
Cuenta este lunes el diario Atlántico que esta no ha sido la peor racha sin marcar del ariete escandinavo, que ya vivió entre 2019 y 2020, con una pandemia de por medio, una racha de 16 partidos y 981 minutos de juego, superior a los 12 encuentros y 809 minutos de sequía en partidos de liga.
Aquella racha coincidió con su etapa en el Sarpsborg 08 noruego, donde despuntó y se ganó una oportunidad en la Eredivisie, y comprende partidos de la temporada 2019 y de 2020. Cuando el fútbol se paró por la pandemia de Covid-19, el actual delantero céltico tuvo que irse a casa y pensar en esa sequía goleadora durante su confinamiento.
A pesar de todo, al final de esa campaña, en la que solo marcó 2 dianas, fue traspasado al Groningen neerlandés, donde la pasada temporada llegó a marcar 14 goles en la Eredivisie, ganándose el traspaso a un equipo de las grandes ligas por 12 millones de euros. Con su gol se habrá quitado un importante peso de encima. Abrió el bote de Ketchup, como comentó Carvalhal. Ahora tiene que venir el resto.
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