Elche 0 - Celta 1 | Solo la falta de puntería evitó la goleada


Foto: RC Celta

Ocho jornadas después el Celta volvió a celebrar una victoria en LaLiga, en la cancha del colista, que solo cuenta con 4 puntos, y ante el que los de Carvalhal pudieron golear a poco que estuviesen acertados, pero esa falta de puntería mantuvo el resultado en el aire hasta el pitido final. Y eso que el Celta se adelantó en el minuto 5, ante un equipo que está muerto y al que no supo noquear. Lo bueno es que los tres puntos viajan a Vigo, y le vienen de maravilla al equipo para empezar a crecer. 

La gran novedad en el once inicial fue la presencia de Gonçalo Paciência, dejando en el banquillo a Strand Larsen. El equipo formó con Marchesín en portería, repitió la defensa de tres centrales, con Mingueza, Aidoo y Núñez, mientras que Hugo Mallo y Galán ejercieron como carrileros. Fran Beltrán en el pivote, bandas para Gabri Veiga y Cervi, y arriba Aspas y Paciência. 

Cuando uno se enfrenta a un equipo en una situación como la del Elche la situación ideal es marcar pronto, y el Celta lo logró a los 5 minutos, tras una magistral acción de Gabri Veiga, cuyo centro es repelido por la zaga ilicitana, pero por ahí aparece Aspas para empujar el balón con el alma al fondo de las mallas. 

El Celta pudo dejar sentenciado el partido en la primera parte, especialmente en las botas de Gabri Veiga, que fue un auténtico puñal por la banda derecha. A los 20 minutos ganó la línea de fondo e intentó resolver con una vaselina que detectó Edgar Badía. Una pena porque tenía a Aspas completamente solo para ejecutar al meta franjiverde. 

El propio Gabri Veiga volvió a intentarlo en una acción similar, aunque su disparo se marchó muy alto, y sobre todo en una acción en la que se va por fuerza y velocidad con un autopase, pero en la definición intenta cruzar el balón y Edgar Badía vuelve a adivinar sus intenciones. 

Con el 0-1 se llegó al descanso, y tras el mismo saltó el Celta al campo con una novedad, ya que Carvalhal dio entrada a Strand Larsen por Paciência. El portugués completó una buena primera mitad, pero tenía una tarjeta amarilla y seguro que este aspecto pesó en la decisión de su compatriota. 

En la segunda parte el Celta volvió a tener ocasiones para sentenciar el partido y traerse a Vigo una goleada, pero unas veces por fallo en la definición y otras por aciertos de Edgar Badía no pudo llegar el gol de la tranquilidad. 

Las ocasiones caían una tras otras. Gabri Veiga volvió a intentarlo en una acción a quemarropa en la que buscó el palo corto, pero se encontró de nuevo con Edgar Badía. Aspas también lo buscó con una vaselina que se le fue alta, Hugo Mallo con un cabezazo que sacó nuevamente el guardameta. 

Pero el Celta no sentenció el partido, y el Elche también tuvo sus ocasiones, aunque se encontró con un buen Marchesín, que estuvo fino en alguna acción, con alguna intervención salvadora que le vendrá muy bien para ganar confianza. 

En los últimos minutos el Elche se quedó con uno menos por la expulsión de Bigas, y el Celta respiró en el descuento, donde el equipo ilicitano apenas inquietó. Los tres puntos viajaron a Vigo, que buena falta hacían, y los de Carvalhal respiran sabiendo que estarán otra semana fuera de los puestos de descenso. 


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