 |
| Foto: RC Celta |
Cuando hay un cambio de entrenador en cualquier equipo es habitual que unos jugadores se beneficien y otros no tanto. En el bando de los perjudicados por la llegada de Carvalhal es probable que se encuentre Óscar Rodríguez, aunque las motivaciones pueden estar en el banquillo y lejos de él.
A Óscar le perjudica que su fútbol no es fácil de encajar en el fútbol actual. El manchego es un llegador, un futbolista de segunda línea que disfruta apareciendo por sorpresa, pero el Celta no tenía con Coudet ni parece tener ahora con Carvalhal esa posición tan específica en la que Óscar puede desplegar su mejor fútbol.
Luís Campos señaló en su única rueda de prensa como asesor externo del Celta que la idea de su fichaje era la de ocupar la posición de Denis Suárez, pero ese no es su sitio, y además la irrupción de Gabri Veiga se ha llevado por delante esta posibilidad. Con Coudet venía jugando por la banda, que tampoco es su posición.
Y decíamos antes que no sabemos si el cambio de rol ha tenido que ver con el cambio de técnico o con otras circunstancias. Coudet confiaba muchísimo en le potencial de Carles Pérez, pero el catalán no llegó fino. Fue de los últimos en incorporarse, con una pretemporada extraña, más pendiente de su salida que de otra cosa. Pero ahora las cosas son distintas, ha estado a gran nivel en los últimos encuentros, y parece que se ha hecho con un puesto de titular en la banda. Y ahí, a un buen nivel, rinde mucho mejor que Óscar.
Por lo tanto el reto del futbolista cedido por el Sevilla es encontrar su sitio, y ganarse un puesto en el once titular. Ahora mismo tendrá que remar a contracorriente. A día de hoy no es uno de los fijos para salir de inicio, pero seguro que cuenta con oportunidades en las segundas mitades, y es ahí donde tiene que ganarse los minutos. Calidad tiene, talento también, experiencia no le falta, y ya ha demostrado que tiene algo que vale mucho en el fútbol: El gol.
0 comentarios:
Publicar un comentario